¿Crees que estás comiendo demasiado azúcar? El azúcar es importante para el organismo. Pero si el azúcar que se consume no es utilizado por el organismo, por ejemplo, a través de la actividad física, entra en las células y se almacena en forma de grasa.
El consumo excesivo de azúcares no debe subestimarse: además del riesgo de obesidad y diabetes, puede provocar también otras consecuencias negativas como enfermedades cardiovasculares y tumores. También hay señales que te hacen entender si estás consumiendo demasiada azúcar.
Azúcar: cuáles son los límites diarios
La Organización Mundial de la Sanidad (OMS) recomienda no superar una cierta cantidad de azúcares simples equivalentes al 10% de la ingesta diaria de calorías.
Para un adulto con un requerimiento calórico de alrededor de 2000 calorías, esta cantidad corresponde a 50 gramos (10 cucharaditas).
Pero hay que hacer una distinción importante entre:
- azúcares naturalmente presentes en la comida;
- azúcares añadidos en alimentos empaquetados.
La reducción recomendada por la OMS, de hecho, se refiere principalmente a la cantidad de azúcares añadidos que causan problemas como caries, sobrepeso y obesidad.
Ya que los que están presentes naturalmente en la comida no se pueden y no se deben eliminar, reducir la cantidad de azúcar añadida es importante.
Las señales de que estás consumiendo demasiado azúcar
Existen señales precisas que pueden alertarte respecto al consumo excesivo de azúcar.
Señales que debes tener bajo control y, si fuera el caso, tomar medidas para reducir la cantidad excesiva de azúcar en tu dieta.
A menudo tienes migrañas
Cuando exageras con los dulces, el azúcar en tu sangre alcanza un pico. Esto puede causar muchas molestias, entre las cuales graves migrañas.
A menudo te duelen los dientes
El azúcar en exceso promueve la producción de bacterias en la boca. Estas convierten el azúcar en sustancias que atacan el esmalte de los dientes. Así, aumenta el riesgo de caries.
La piel es grasosa y frecuentemente aparecen granos
Mientras más azúcar se consume, más aumenta el nivel de insulina. Esto estimula la secreción de sebo. Es decir, provoca una piel más grasosa, granos o imperfecciones y una textura apagada.
Tienes cambios de humor
El consumo excesivo de dulces provoca cambios en los niveles de azúcar en la sangre, en otras palabras, en el nivel de glucosa. Al subir y bajar, este valor provoca irritabilidad y cambios de humor.
Deseas siempre dulces
Mientras más dulces comes, más los deseas. Este es el efecto del azúcar que es similar al de una droga y crea dependencia.
Sufres de desequilibrios hormonales
El síndrome premenstrual agudo, los fastidiosos síntomas de la menopausia, los desórdenes de la tiroides, la pubertad precoz, son muchas las manifestaciones del desequilibrio hormonal. Una dieta rica de azúcar crea estos problemas.
A menudo tienes mucha sed
Un exceso de azúcar en la sangre conlleva a una mayor producción de orina para eliminar este exceso. Como consecuencia, mientras más orinamos, más sed tenemos.
Siempre sientes cansancio
Cuando consumimos azúcar, nos da energía. Pero luego esta energía disminuye y te sientes sin fuerzas.
Azúcar: cómo tenerlo bajo control
Para no superar la cantidad de azúcar “consentida” por la Comunidad Científica, debes adoptar algunos comportamientos útiles:
- no añadir azúcar si no hace falta
- no añadir azúcar a los platos de los niños
- controla rigurosamente el consumo de bebidas sin alcohol
- atención con los caramelos y las gomas de mascar sin azúcar
Además de limitar el consumo de dulces, también es recomendable consumir menos azúcar.
Como afirma nuestro nutricionista Lorenzo Traversetti, hay diferentes alternativas. La miel, ciertamente, es la principal.
En ese sentido, 100 g de azúcar pueden ser sustituidos por 80g de miel.