Si estás embarazada en verano, algunos de los efectos adversos típicos de las altas temperaturas, como el agotamiento, la falta de aire, las piernas hinchadas y las bajadas de tensión, pueden ser aún más insoportables.
Sin embargo, hay algunos trucos para superar el bochorno: sigue los consejos de ManzanaRoja y vivirás un verano sin estrés con tu barriguita, aumentando en cambio tu sensación de libertad y relajación.
Consejos para embarazadas en verano
- No vayas a la playa durante las horas de más calor. Evita quedarte en la playa o salir durante las horas más calurosas del día si estás embarazada en verano. El calor sobrecarga aún más la circulación sanguínea.
- Aprovecha este periodo de tranquilidad para redescubrir el placer de una siesta vespertina.
- En la playa, siempre es una buena norma no exponerse al sol durante demasiado tiempo y llevar un sombrero de ala ancha para protegerse la cara de los rayos solares.
- Sí a las duchas y a los paños húmedos. A menudo, cuando estás embarazada en verano, debido a los trastornos hormonales típicos de este periodo, tu percepción de la temperatura exterior está completamente distorsionada. ¿La solución? Puedes ducharte con frecuencia para refrescarte o aplicar compresas húmedas en sienes, muñecas y tobillos para bajar la temperatura corporal.
- No a la ropa ajustada de tejidos sintéticos cuando estás embarazada e verano y sí a las fibras naturales y a la ropa de líneas suaves. ¿Has tenido alguna vez la sensación de que te falta el aire sólo porque llevas una prenda muy ajustada? Piensa que esta sensación se acentúa durante el embarazo y en verano, con el calor y la barriguita. Evita las prendas demasiado ceñidas o de tejido sintético y prefiere las prendas sueltas y ligeras de algodón, los pantalones de lino y las blusas de verano de fibras naturales que se deslizan suavemente sobre el vientre. Una elección útil también para evitar sudar demasiado.
- Sí al ventilador y aire acondicionado sólo cuando el bochorno sea insoportable. Para mover el aire y dar una sensación parcial de frescor un ventilador es bienvenido, pero nunca debe apuntar directamente hacia ti. El aire acondicionado es mejor utilizarlo sólo cuando las temperaturas son muy altas, pero siempre ajustándolo para que la diferencia con la temperatura exterior no supere nunca los 5°.
Embarazada en verano: cómo vencer al cansancio
- Sin prisas y largos periodos de pie. Para evitar la sensación de falta de aire, mareos y bajada de tensión, lo mejor es evitar pasar mucho tiempo de pie cuando estás embarazada en verano, pero también cambiar rápidamente de postura, por ejemplo, de estar sentado a estar de pie. Es mejor caminar y moverse despacio, tomando precauciones y haciendo una pausa cuando sientas que tu cuerpo está fatigado o sobrecargado.
- Sí a la fruta y la verdura para reponer sales minerales. Durante el embarazo es más fácil sufrir calambres porque el magnesio y las sales minerales que absorbes se utilizan para el crecimiento del bebé. Por eso es bueno consumir alimentos ricos en magnesio, como legumbres, verduras de hoja verde y chocolate. Descubre más en profundidad sobre el magnesio.
- Otra recomendación es beber mucha agua si estás embarazada en verano porque también te ayuda a reponer los líquidos que pierdes al sudar. ¡Cuidado con la deshidratación! La alimentación es uno de los mejores aliados para evitar la deshidratación, sobre todo en verano. Una de las frutas que pueden ayudar a combatir la deshidratación es la sandía. Contiene un 95% de agua y tiene muy pocas calorías (40 calorías por cada 100 gramos). Descubre más sobre la sandía.
- Nada de demasiadas comidas. Mejor mantenerse ligera si estás embarazada en verano eligiendo alimentos frescos y tomando varios tentempiés a lo largo del día. Los alimentos grasos o los platos demasiado condimentados sólo aumentarán la sensación de pesadez del embarazo estival.
- Sí a los paseos y al baño en el mar. Contra la hinchazón y la retención de líquidos, pasea por el mar donde el agua apenas te llegue a las caderas. El efecto masaje del agua te ayudará a sentir las piernas más ligeras.
- Nadar. Para aliviar la espalda, es bueno nadar a espalda o estilo libre tanto en el mar como en la piscina. También es muy relajante dar paseos por la orilla del mar o por lugares frescos y sombreados, como un bosque. Por la noche, tumbada en la cama, pídele a tu pareja que te masajee las piernas desde abajo hacia arriba con movimientos amplios y suaves.
- Haz gimnasia si estás en los primeros meses de embarazo en verano con ejercicios sencillos para brazos, piernas, pechos y glúteos.
