Ingrediente de alto valor nutritivo, la harina de quinoa es perfecta para recetas dulces y saladas, utilizada sola o como complemento de otras harinas. También es un alimento sin gluten, muy versátil y rico en beneficios.
La harina de quinoa también es excelente para pasteles, pan, pizza y muchas otras recetas gracias a su fuerte sabor. Su versatilidad la hace ideal para muchas preparaciones caseras.
También se encuentra fácilmente en supermercados y tiendas de comestibles.
Se obtiene de las semillas de la quinoa, una planta originaria de Sudamérica que la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ha descrito como una «fuente casi perfecta de proteínas vegetales». Los incas la llamaban chisiya mama, es decir, «madre de todas las semillas», porque se reproduce por sí misma.
¿Qué es la quinoa?
La quinoa es una planta típica de Sudamérica. Era considerada una planta sagrada por los incas, que la cultivaban como alimento. Aún hoy, más del 50% de la producción mundial procede de Perú, y el resto de Bolivia y Ecuador.
En los países sudamericanos, es un alimento básico de la dieta porque es rico en aminoácidos esenciales, lo que lo convierte en un alimento nutricionalmente completo. Además, es bastante rica en proteínas y no contiene gluten, por lo que también la pueden consumir los celíacos.
En realidad, la quinoa no es un cereal, sino una planta de la misma familia que la remolacha y las espinacas. Sus semillas, sin embargo, son bastante grandes y ricas en almidón, por lo que suele considerarse un pseudocereal, como el trigo sarraceno.
También es un ingrediente para recetas fáciles y sabrosas.

Harina de quinoa: propiedades y beneficios
Perteneciente a la misma familia que las espinacas, la harina de quinoa es nutricionalmente muy rica.
Contiene todos los aminoácidos esenciales, a diferencia de los cereales, lo que la convierte en un alimento completo. Por tanto, es rica en proteínas y bastante calórica, pero no contiene gluten y es apta para la dieta de los celíacos.
Es rica en ácidos grasos buenos (omega 3) y vitamina E, mientras que contiene un bajo nivel de sodio y, sobre todo, un índice glucémico moderado (IG 40). Esto lo convierte en un excelente aliado en casos de trastornos cardiovasculares, diabetes, hipertensión, sobrepeso y colesterol alto.
Cuando se incluye en la dieta, la harina de quinoa es una auténtica panacea, especialmente para quienes siguen una dieta sin gluten.
Pero veamos en detalle sus propiedades nutricionales.
La cantidad de agua que contiene es perfecta para evitar la proliferación de bacterias y hongos en la harina. Es rica en hidratos de carbono (alrededor del 60%) y tiene un aporte calórico similar al de las patatas y las castañas.
El aporte de proteínas es del 15%, superior al de otros cereales. No contiene gluten, como hemos visto, pero sí todos los aminoácidos esenciales y vitaminas que lo convierten en un alimento completo.
En cambio, la cantidad de lípidos (alrededor del 8%) es superior a la de otros cereales, por lo que el aporte calórico es mayor.
Las sales minerales varían en función del lugar de cultivo de la planta de quinoa, pero el fósforo, el potasio y el manganeso están presentes en buenas cantidades.

Los usos de la harina de quinoa en la cocina
De consistencia muy ligera, la harina de quinoa tiene un sabor muy característico, que recuerda al de la col. Por eso, en preparaciones dulces, es mejor mezclarla con otras harinas para obtener un resultado más neutro. Utiliza esta harina en recetas saladas como pan, magdalenas y pasteles rústicos con verduras. Si la utilizas para hacer pasteles, combínala con ingredientes de sabor fuerte, como café, chocolate o especias.
Al tener un alto contenido en proteínas, la harina de quinoa es adecuada para hornear. Si haces galletas o pasteles, utilízala pura. Mientras que, para masas más «elásticas» como pan, magdalenas y tortitas, añádela a otras harinas en una proporción del 20%.
Como ocurre con todas las harinas sin gluten, aunque procedan de alimentos permitidos, al comprarlas debes comprobar siempre que en el envase figure la mención «sin gluten» o el símbolo de la espiga de trigo tachada.

Harina de quinoa casera
Es una harina bastante cara, por lo que es mejor molerla en casa siempre que sea posible. Antes, sin embargo, hay que remojar las semillas de quinoa. Estas semillas están recubiertas de saponina, una sustancia presente de forma natural en su superficie y responsable del sabor amargo de la quinoa y de la harina elaborada con ella.
Por eso, después de enjuagarlas bien, hay que dejarlas secar unas horas. Para reducir el sabor amargo de la harina de quinoa, también se puede utilizar el tostado. Se coloca la harina en una bandeja de horno, formando una capa fina, y se hornea a 90 °C durante 2 horas.
En este punto, se puede utilizar un robot de cocina para moler las semillas hasta obtener un polvo fino. Una vez molidas, la harina estará lista inmediatamente para tus recetas favoritas.
La harina de quinoa es una de las favoritas en las dietas sin gluten y vegetarianas. Prueba a hacer pan y pizza en casa y quedarás encantado con el resultado.
Si se prepara en casa, la harina de quinoa debe consumirse en poco tiempo. Colócala en un recipiente hermético y guárdala en el frigorífico o en un lugar fresco. La vida útil es de unos 6 meses si se trata de harina de quinoa tostada.

Recetas con harina de quinoa
Crackers

Ingredientes para 16 crackers:
- 65 g de harina de arroz
- 50 g de harina de quinoa
- 50 ml de agua
- 15 ml de aceite de arroz
- 1 aguacate
- 1/2 lima
- 20 g de sésamo y linaza
- 3/4 gotas de tabasco
- 4/5 hojas de cilantro fresco
- Sal al gusto
Descubre cómo preparar crackers de arroz y quinoa.