Los farináceos no engordan
Si los comes en cantidades adecuadas, alternados con fruta y verdura, no corres el riesgo de engordar. Al contrario, seguirás una dieta sana y equilibrada.
Los farináceos previenen los ataques de hambre
No hacen perder peso, es cierto, pero una rebanada de pan o un plato de pasta o de arroz en la comida, evitan los ataques de hambre y peligrosas visitas a la nevera.
Los farináceos regulan el hambre
Son ricos en fibra y glúcidos, entonces dan una sensación de saciedad. Son preferibles a hidratos que contienen azúcares de rápida absorción y ácidos grasos.
Farináceos: hidratos de lenta absorción, fibra y minerales
Te sientes lleno porque los azúcares contenidos en la pasta y en el pan son absorbidos más lentamente por el organismo. Además, las vitaminas, la fibra y los minerales de los farináceos son fundamentales para asegurarte una alimentación equilibrada.