Con las albóndigas de escarola puedes preparar un segundo plato original o un delicioso aperitivo. Puedes hacerlas grandes en el primer caso y más pequeñas en el segundo, preparadas de acuerdo con las reglas de los aperitivos.
Las albóndigas de escarola también son un buen truco para hacer que los niños coman la verdura mezclada entre pan rallado y parmesano. Las albóndigas son un segundo plato realmente sabroso y agradable: el sabor ligeramente amargo de la escarola se ve atenuado por el pan rallado y el parmesano.
Para hacer que tus albóndigas de escarola sean más livianas, puedes cocinarlas en el horno en lugar de hacerlo en la sartén, evitando así cocinar con grasas. De esta forma, son más ligeras, pero no pierden su sabor.
Son perfectas para ser preparadas durante todo el año: son buenas tanto frías como calientes y se conservan bien para el día siguiente. Para mejorar aún más el sabor, también puedes acompañarlas con una salsa de yogur, fresca y ligera.
Albóndigas de escarola: valores nutricionales
La escarola es un pariente cercano de la achicoria y de la endibia y un vegetal que se usa ampliamente en la cocina tradicional.
La escarola además de la presencia de vitaminas esenciales del grupo B, contiene vitamina A, vitamina C, que es un antioxidante natural importante para la absorción de hierro, y la vitamina K que, además de proteger los huesos y tener propiedades antiinflamatorias, es esencial para la coagulación sanguínea y contribuye a la formación de protrombina, involucrada en la reparación de los daños a los vasos sanguíneos.
La escarola también contiene minerales como manganeso, cobre, hierro, potasio y fibras que, gracias al contenido de agua, le dan propiedades saciantes. Además, contribuye a reducir los niveles de glucosa y colesterol malo en los pacientes obesos y diabéticos.
100 gramos de escarola aportan 10 calorías.
Receta de albóndigas de escarola
Las albóndigas de escarola son una idea de Antonella del sitio Fotogrammi di zucchero.
Porciones: 4
Calorías por Persona: 151
Calorías Totales: 605
INGREDIENTES
• 200 g de escarola rizada
• 70 g de pan
• 50 g de parmesano
• 30 g de pan rallado
• 1 huevo
• 1/4 de diente de ajo
• sal al gusto
• pimienta al gusto
INSTRUCCIONES
1. Lava los cogollos de la escarola y quita el torso.
2. Pon a hervir una olla de agua, cuando hierva sumerge la escarola y cocina durante unos 5-6 minutos. Cuela con cuidado y exprímela para eliminar los residuos de agua, luego déjala enfriar. Una vez fría, pícala con la ayuda de unas tijeras de cocina, pásala a un bol y agrega el pan desmenuzado, el huevo, el parme-sano, el ajo, la sal y la pimienta.
3. Amasa la mezcla con tus manos hasta que obtengas un compuesto uniforme.
4. Forma las albóndigas y pásalas en un plato lleno de pan rallado.
5. Coloca las albóndigas en una bandeja para hornear forrada con papel de horno y cocina en el horno precalentado en modo ventilado a 200° durante aproximadamente 15-20 minutos o hasta que estén doradas. Sirve de inmediato.