El nutricionista aconseja comer las hortalizas alternando los métodos de cocción: crudas, a la plancha, al vapor o hervidas. Se aconseja comer verdura de temporada y variar lo más posible. Pero, ¿cómo cocinar cada verdura para aprovechar mejor sus nutrientes?
Mejor en crudo
- Lechuga:
Las vitaminas C, A y K que contiene se conservan mejor en crudo y con un chorrito de aceite de oliva son absorbidas mejor por nuestro organismo. - Ajo:
La alicina, antibiótica, antiviral y antibacteriana, es sensible al calor. - Rúcula:
Rica en vitaminas del grupo B y ácido fólico, útil contra el envejecimiento del cerebro y el deterioro cognitivo. - Pepino:
Rico en antioxidantes, sales minerales y es antinflamatorio. - Brócolis:
En crudo son más digeribles y el enzima Myrosinase, útil para depurar el hígado, se destruye con la cocción. Se pueden comer en licuados o en alternativa con una breve cocción al vapor.
Crudos y cocidos
- Zanahorias:
El betacaroteno se absorbe mejor con la cocción y la vitamina A con un chorrito de aceite, ya que es liposoluble. La vitamina C, en cambio, se deteriora con el calor, así que mejor en crudo. - Tomate
El licopeno, antioxidante, se aprovecha mejor con la cocción. En cambio, las vitaminas se deterioran con el calor. - Espinacas.
La cocción de las espinacas permite asimilar mejor hierro, magnesio y calcio. Con un buen chorro de zumo de limón, rico en vitamina C, se absorbe mejor el hierro que contienen. - Pimientos rojos
En crudo para conservar la vitamina C y cocidos para que liberen más licopeno.
Mejor cocidos
- Calabaza
Como las zanahorias, presenta un alto contenido de betacaroteno. Así que mejor cocida y con un chorrito de aceite. - Espárragos:
Sus sustancias antioxidantes se aprovechan mejor con la cocción. Los espárragos son un aliado contra el envejecimiento y las enfermedades degenerativas. - Setas
Con la cocción nuestro organismo absorbe mejor los antioxidantes y el potasio que contienen. Son ricos en vitaminas del grupo B y en fibra.