La sal es una especia natural valiosa en la cocina y un mineral esencial para nuestro organismo: el problema es que a menudo, sin siquiera notarlo, hacemos un uso exagerado de ella. ¿Cómo hacer entonces? La sugerencia es aprender a elegir los alimentos adecuados, aquellos que proporcionan la cantidad necesaria de sodio, para no superar la dosis recomendada.
Demasiada sal: lo dice la Organización Mundial de la Salud
Las estadísticas nos dicen que nuestra dieta es muy rica en sal, mucho más rica de lo que nos recomienda la Organización Mundial de la Salud. Esto significa que todos debemos reducir la sal de manera discrecional (es decir, lo que agregamos en la cocina) y todos aquellos alimentos que son naturalmente salados, como los quesos curados, los alimentos enlatados y las carnes conservadas, pero también las galletas saladas, los palitos de pan y el kétchup…
¿Cómo sustituir la sal?
Debemos aprender a elegir alimentos bajos en sal y reemplazarlos con especias, solo hazlo gradualmente. Para hacer comidas sabrosas podemos usar más especias como el guindilla, curry, nuez moscada, azafrán, también hierbas aromáticas como ajo, cebolla, albahaca, perejil, romero, salvia, menta, mejorana, orégano y apio. El vinagre y el jugo de limón también pueden servirnos de ayuda para hacer que nuestros platos sean más sabrosos. En poco tiempo, el consumo de alimentos menos salados ya no parecerá un gran sacrificio, sino que por el contrario parecerán demasiado sabrosos respecto a aquellos a los que estábamos acostumbrados antes.
Contraindicaciones
Un excesivo consumo de sal puede hacer daño a la salud porque:
- Aumenta la presión
- Es mala para el corazón (engrosa las arterias)
- Favorece la retención de líquidos y la celulitis
- Hace mal a la vista: el exceso de sodio causa hipertensión arterial que a su vez puede provocar hipertensión ocular y trastornos de la visión.
- Es dañina para los dientes y los huesos: el exceso puede aumentar el riesgo de caries y osteoporosis
- Es mala para el estómago: el exceso puede alterar los mecanismos de protección del estómago
- Hace daño a los riñones: si los riñones no pueden deshacerse de ella, se deposita y puede cristalizarse formando cálculos.
