El pesto de calabacín y queso fresco es una de las muchas formas en que puedes preparar el pesto. De hecho, este tipo de aderezo no requiere necesariamente el uso de albahaca -según la receta más clásica- sino también otros ingredientes igualmente saludables y sabrosos.
Propiedades nutricionales del pesto de calabacín y ricota
Los calabacines, que por su color también recuerdan visualmente el pesto tradicional, son vegetales siempre adecuados si estás siguiendo una dieta o simplemente si quieres comer sano. De hecho, contienen fibra y sales minerales en grandes cantidades y por ende promueven la regularidad intestinal, realizando también una acción ligeramente laxante. Además, estimulan la diuresis y la eliminación de líquidos, lo que ayuda a contrarrestar la retención de líquido.
El otro ingrediente que caracteriza a este pesto alternativo es el queso fresco: se puede utilizar queso fresco de Burgos, requesón, ricota o cualquier otro queso fresco bajo en grasa y sal. El queso fresco es muy ligero y proporciona proteínas y calcio, lo que hace que la salsa sea muy nutritiva y convierte esta receta en un plato único, completo con todos los nutrientes.
En el pesto de calabacín y queso fresco, obviamente no pueden faltar algunas hojas de albahaca, lo que le da fragancia y aumenta su digeribilidad.
Descubre cómo preparar el pesto de calabacín y ricota
La receta del pesto de calabacín y ricota es de Antonella del sitio Fotogrammi di zucchero.
Un consejo: una vez listo, conserva el pesto en un recipiente de vidrio con tapa hermética, por no más de 2 días. De hecho, los ingredientes son todos frescos y tienden a dañarse rápidamente -especialmente el queso fresco- incluso como sabor.
Calorías totales: 1445 Kcal / Calorías por porción: 361 Kcal
Ingredientes para 4 personas
- 2 calabacines
- 60 gr de queso fresco bajo en grasas
- 10 gr de parmesano rallado
- 1 cucharada de aceite evo
- 1/2 diente de ajo
- hojas de albahaca frescas al gusto
- sal
- pimienta
- 320 gr de pasta
Preparación
Lava cuidadosamente los calabacines, luego córtalos en trozos grandes. Ponlos en una licuadora junto a la sal, al medio diente de ajo, a la ricota, al parmesano, a la pimienta y a las hojas de albahaca frescas.
Mezcla hasta obtener una consistencia suave y cremosa. Pon a hervir una olla de agua con sal, cocina la pasta al dente y sazona con el pesto de calabacín y ricota. Decora con unas hojas de albahaca fresca y lleva a la mesa.