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Ángela ha perdido 50 kg con ManzanaRoja: un paseo hacia la salud

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Ángela había aumentado de peso e incluso caminar le causaba afán. Verse en las fotos era impactante para ella. Tenía que perder muchos kilos y, como muchas personas, creía que para adelgazar tendría que hacer grandes sacrificios. Cuando una amiga suya le sugirió Manzanaroja, de inmediato notó algo diferente en esta dieta. “Y todos estos carbohidratos, ¿cómo puede ser posible?” se preguntaba, incrédula. Su amiga ya había perdido mucho peso con Manzanaroja, y Angela decidió darle un voto de confianza. Entendió al instante que había hecho lo correcto. El primer mes pasó volando y ella ya había perdido un montón de kilos. Con la motivación al máximo y mucho entusiasmo, esta dieta se convirtió en su estilo de vida.

“Desde el primer momento, Manzanaroja me dio la impresión de ser una dieta diferente a las demás: ¡aquí se come y mucho!”

Con Manzanaroja descubrió una forma diferente de relacionarse con la comida. Se trata de una alimentación que, de inmediato, le pareció equilibrada, inspirada en la dieta mediterránea. Aprendió a dosificar las cantidades, a hacer las combinaciones y a jugar con los diferentes ingredientes.

Cómo consiguió perder muchos kilos

Adquirió una nueva perspectiva llena de positividad, de calma y de paciencia. Los meses pasaron y su cuerpo siguió cambiando, cada vez más. Se apasionó por el deporte, ahora camina mucho, se entrena. Intenta mantener su piel tonificada y su elasticidad muscular. Siente que ahora es más dinámica y fuerte. Manzanaroja le regaló una nueva vida.

Angela cambió sus hábitos alimenticios. No más comida rápida, platos preparados o chatarra, sino bienestar. Y ha involucrado a toda su familia en esta nueva pasión por la comida sana. También su marido consiguió perder muchos kilos y se siente mejor. Y ella, que nunca antes había tenido tanta convicción y constancia, sigue sin poder creer que finalmente ha vuelto a tomar las riendas de su vida.

“Yo, que sufría incluso después de caminar algunos pasos, ¡ahora adoro correr!”

Hoy, con una talla 42, está más que orgullosa de sí misma. Puede comprarse lo que le gusta en los negocios a la moda. La forma de su cuerpo cambió, se volvió armónica. Y su hijo le dice que es bellísima, ¡lo que la llena de orgullo! Sus días son diferentes, más plenos y enérgicos. Y el espejo finalmente le dice cosas positivas. Ahora, en sus fotos, Angela ve una mujer nueva, femenina y segura de sí misma. Y no solo por su aspecto exterior, ¡sino por la sonrisa interior de quien ha logrado sus objetivos!

Luego de haber aprendido cuáles eran sus errores y haberlos corregido cocinando y comiendo sano, Angela ya no puede abandonar Manzanaroja. Este estilo de vida le gusta, la hace sentir bien y la gratifica. La dieta Manzanaroja es un paseo hacia la salud, nos comenta satisfecha. Está profundamente contenta de su cambio radical. Más allá del peso. Se reencontró con su vida, que hacía mucho que estaba en pausa. Y así pues, aprendiendo muchas cosas sobre sí misma, volvió a amarse a sí misma.

“¡Me dije que quería amarme y que tenía que volver a vivir!”

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