Entre las miles de dietas que se nos proponen, una de las últimas tendencias en el mundo de la nutrición es la del ayuno intermitente. Es muy popular entre los deportistas y se considera una de las formas más eficaces para adelgazar.
¿Qué es el ayuno intermitente?
El nombre habla por sí mismo. Durante el ayuno intermitente, se alternan períodos en los que se come con períodos en los que se ayuna. No es una dieta real. Más bien, es un plan de alimentación que te indica cuándo (no qué) debes comer.
Existen varios métodos para llevarlo a cabo
Para realizar el ayuno intermitente, se pueden seguir diversos esquemas. Los más populares son:
- Esquema 16/8: divide el día en dos partes, con 8 horas en las que se come y 16 en las que se ayuna. Se considera una prolongación del ayuno nocturno: se salta el desayuno y se hace la primera comida a mediodía, continuando a comer hasta las 20 horas;
- Esquema 5:2 (días alternos): durante 2 días a la semana come un máximo de 500/600 kcalorías. Estos dos días no deben ser consecutivos. Los 5 días restantes puedes comer lo que quieras;
- Eat Stop Eat: comes y ayunas un día sí y uno no. Este patrón se repite una o dos veces por semana.
En cada uno de estos esquemas se permite beber bebidas bajas en calorías durante el día. Por lo tanto, el agua, el café y el té sin azúcar están permitidos.
¿Por qué debería ser bueno? ¿Y para quién?
Al igual que muchas otras dietas, el ayuno intermitente actúa sobre el total de calorías ingeridas. Más concretamente, como nos explica el biólogo y nutricionista Lorenzo Traversetti:
El ayuno intermitente representa una estrategia útil, sobre todo para los deportistas, porque regula los niveles de insulina y la producción de la hormona del crecimiento (GH), ambas útiles para garantizar un suplemento energético a partir de las grasas, orientado a mejorar la masa muscular. Por lo demás, se trata de un plan muy restringido en calorías que, en consecuencia, garantiza, ni más ni menos que cualquier otra dieta hipocalórica, una reducción de peso.
No está dirigido a todas las personas. No se recomienda a los diabéticos o a los hipertensos, ni a las mujeres embarazadas o en período de lactancia. Y, en cualquier caso, debe ser equilibrado y correcto, explica el nutricionista.
Sin embargo, creo que es importante destacar que el control del peso debe pasar siempre por la elección de seguir una dieta diaria correcta y, sobre todo, equilibrada. Por lo tanto, no se debe bajar de las 5 comidas diarias de rigor, evitando un periodo de ayuno que supere las 8-10 horas de la noche, todo ello en consonancia con un criterio típico de la dieta mediterránea.