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Elisa -23 kg con ManzanaRoja: «¡He descubierto mi determinación!»

Elisa ha conseguido perder 23 kilos gracias a su determinación y a la app ManzanaRoja. ¡Descubre cómo lo ha conseguido y sigue sus pasos!
Elisa antes y después de usar la app Manzanaroja

Tabla de contenidos

Tras una revisión en el endocrino, Elisa siente un clic interno. «Tengo que ponerle ganas y esfuerzo», se dice a sí misma tras la visita. Así comenzó su andadura con la dieta ManzanaRoja, que empezó casi como un juego, un reto para sí misma. Había hecho muchas dietas, pero pronto se aburrió de ellas.

Lo que le faltaba era la fuerza para seguir adelante, la solidez de una dieta sencilla y normal que pudiera seguir también en casa. La libertad que le daba la dieta ManzanaRoja, gracias a la gran variedad de platos, también le daba una seguridad mental que nunca antes había tenido.

Y así, paso a paso, va sumando más y más logros. Educadora por las tardes y madre de dos niñas, su vida es muy agitada. Y con los kilos de más, antes le costaba. Hoy siente esa nueva energía que también le permite hacer deporte cada mañana, con su paseo diario.

«Con ManzanaRoja, he aprendido que controlando mi alimentación, ¡la vida cotidiana también es más fácil!»

Tranquilidad y libertad

Una dieta con muchos platos diferentes que no pone límites a la creatividad. E incluso cuando no se tienen todas las combinaciones en la despensa, ManzanaRoja acude al rescate con sustituciones. Para Elisa, esto ha sido de gran ayuda, también a la hora de adaptarla fácilmente a la vida cotidiana y a su familia.

De hecho, lo que más le gustó fue la posibilidad de variar los platos del menú al gusto de cada uno. La libertad de tener un esquema flexible no la hacía sentirse perpetuamente a dieta, como le ocurría en el pasado con otras dietas más rígidas. Esta serenidad ha sido el resorte para continuar y no perder nunca la motivación. En una palabra: tranquilidad.

«La estabilidad que me da esta dieta me ha hecho sentir tranquila, por eso continúo con ella»

La cocina, una pasión ancestral

La cocina es una pasión heredada de su abuela, que regentaba un restaurante. El amor por la buena comida está en su ADN. Entrar en una dieta estructurada y baja en calorías fue difícil al principio. Luego, se dio cuenta de que una dieta que acogiera todos los alimentos, sin demonizar nada, era la adecuada para ella.

Con el apoyo de su marido en primer lugar, pero de toda la familia, nunca se avergonzó de decir que estaba a dieta. E incluso cuando la invitaban a comer, prefería ceñirse a su menú sin excederse. Esta vez, más segura de sí misma y muy motivada, no temía fracasar como de costumbre.

Incluso en los malos momentos, no se desanimaba como antes. Y cuando tenía ganas de comerse todo el paquete de galletas, iba al vestidor, miraba esa ropa que estaba deseando volver a ponerse y ¡se remangaba de nuevo!

«Me probé una falda que ni siquiera subía, todavía me queda un poco ajustada pero ya casi entra: ¡esa es mi motivación!»

Superar los propios límites

Con ManzanaRoja pudo dedicar tiempo a su salud física y mental. Hoy se siente orgullosa de hacer algo bueno por sí misma. Siente el sacrificio que supone toda dieta, pero ya no lo rehúye como antes, porque antepone su bienestar.

No todo es siempre simple o sencillo, ¡al contrario! Hace falta mucha buena voluntad, pero también prestar atención a lo que se siente. No cree que una dieta sea sólo una búsqueda estética. Para ella, se trata ante todo de superar ciertos límites que creía tener.

En los momentos difíciles ya no se siente tan desmoralizada como antes ni siente ese deseo irrefrenable de renunciar a todo. Hoy, el bienestar es su motor: la energía por la mañana, la fuerza, las ganas de hacer, la ausencia de dolor.

«Cada día, durante mis paseos, me exijo un poco más, ¡me gusta ver hasta dónde puedo llegar!»

Un camino con muchas metas

Está claro que pasar de una 56 a una 48 tiene su gran efecto, con la satisfacción de sentirse más en forma. Los demás también lo notan, recibe grandes cumplidos. Es una mujer fuerte, siempre se ha gustado a sí misma y no pensó en adelgazar sólo por una razón estética.

No empezó a maquillarse sólo después de adelgazar, porque ya de antes le gustaba hacerlo. Pero ahora siente una determinación interior que también la ayuda emocionalmente. Se siente cambiada, ha redescubierto grandes recursos y capacidades. Piensa en sí misma de otra manera, incluso con respecto a otros proyectos u objetivos de la vida cotidiana. Hoy ya no se siente como alguien que se rinde a la primera dificultad. Reconoce su fuerza y sabe que, con empeño, también puede tener éxito en otros ámbitos de su vida.

«¡ManzanaRoja me ha dado esa estabilidad que me permite ver mejor mi determinación!»

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