Las magdalenas con pepitas de chocolate son una deliciosas piezas de respostería ideales para el desayuno, pero también perfectas para la merienda o como snack rápido en cualquier momento del día.
Las magdalenas con pepitas de chocolate son fáciles de hacer y no requieran demasiado tiempo de prepararación. Puedes hornearlas por la noche para tomarlas al día siguiente ya que siempre quedarán suaves y gustosas.
Además, las magdalenas que te ofrecemos desde ManzanaRoja cuentan con una masa muy ligera, no contienen mantequilla, ni tampoco productos lácteos, por lo que pueden ser consumidas sin problema por personas intolerantes a la lactosa.
Receta de magdalenas con pepitas de chocolate

Cómo hacer magdalenas con pepitas de chocolate
8
raciones10
minutos20
minutos190
kcalIngredientes
2 plátanos
1 huevo
50 g de salvado de avena
90 g de harina 0
8 g de polvo de hornear
20 g de aceite de girasol
40 g de estevia
Una pizca de sal
65 g de pepitas de chocolate negro
- Para la cobertura:
30 g de pepitas de chocolate negro
Instrucciones
- En un recipiente, machacar el plátano.
- Incorporar el huevo y el aceite y mezclar bien. Luego, añadir la estevia asegurándose de que todo quede bien integrado.
- Incorporar el salvado de avena, la harina y el polvo de hornear. Agregar la sal y mezclar todos los ingredientes.
- Añadir las pepitas o trozos de chocolate y mezclar de nuevo.
- Verter la mezcla en 8 moldes para magdalenas previamente untados con un poco de aceite.
- Decorar las magdalenas con más pepitas de chocolate y, al mismo tiempo, precalentar el horno en modo estático a 180°.
- Una vez preparadas, hornear las magdalenas durante 20-25 minutos, controlando el tiempo de cocción dependiendo del tipo de horno.
- Pasado ese tiempo, sacar el molde del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
- Una vez que estén frías, desmoldar las magdalenas y colocarlas en un plato.
- ¡Las magdalenas con pepitas de chocolate están listas para ser saboreadas!
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Las propiedades nutricionales
¿Hay algo que el chocolate no pueda solucionar? Más allá de la exageración, confirmada por gastrónomos de todo el mundo, hay una gran verdad: el chocolate y el cacao son dos alimentos saludables que poseen importantes cualidades nutricionales.
Partiendo de la base de que siempre es mejor consumir chocolate negro con al menos un 70% de cacao (cuanto más alto, mejor), el chocolate es un gran antioxidante. Esto se debe a los compuestos polifenólicos que protegen al organismo del desgaste. Reduce los niveles de colesterol LDL (malo) y favorece la circulación sanguínea.
Además, eleva los niveles de ánimo al aumentar la serotonina. Basta una onza para sentirnos mejor de inmediato. Además, es rico en minerales como el hierro y el magnesio, por lo que si buscas reponerlos después de una actividad física extenuante, un trozo de chocolate es una buena solución.
Por último, desayunar magdalenas con pepitas de chocolate con una buena taza de leche (animal o vegetal) es una forma estupenda de aprovechar la energía que te aportarán antes de un día ajetreado en el trabajo o la escuela.