Mónica siempre ha sido muy autoindulgente. No empezó la dieta ManzanaRoja porque tuviera problemas con su cuerpo o porque se avergonzara de él. Lo hizo como si fuera una broma, pero luego se acomodó como un vestido bien confeccionado. Su objetivo siempre ha sido intentar gustarse un poco más a sí misma.
A ella, que le encanta comer bien, sano y equilibrado, quizá sólo le faltaba una buena guía. ManzanaRoja apareció en un momento propicio y se hizo imprescindible para organizar su rutina diaria. Encontrada en la red mientras buscaba una app eficaz y sugerida por otros usuarios, esta dieta pareció encajar inmediatamente con su día a día. Le esperaba una nueva aventura y se lanzo de lleno a ella.
«Soy fan de la dieta mediterránea y cuando encontré ManzanaRoja, ¡me lancé a por ella!».
Pizarra y organización
A Mónica no le gusta desperdiciar y los menús semanales de esta dieta forman parte de un enfoque de gestión y preparación que le evita tener que comprar comida de más que luego habría que tirar. Armada con su pizarra, en cuanto llega el menú anota todo, hace la compra y organiza toda la semana. Por comodidad, al tener un pequeño descanso, elige la dieta del sándwich para comer.
Una versión que le divierte, además de gratificar enormemente su gusto. ¿Quién puede resistirse a un buen sándwich jugoso? Siendo una súper glotona y amante del pan, Mónica está encantada con la idea de una comida tan sabrosa y sencilla, reservando la preparación de los platos sólo para la cena. Por la noche, ella y su pareja se dedican a preparar lo que hay en el menú. La aplicación es ahora su aliada número uno, entre sugerencias, recetas y consejos para la compra, ¡hacer dieta nunca ha sido tan fácil!
«La app ManzanaRoja me ha permitido no poca organización y comodidad, haciendo que todo sea más relajante».
Muchas recetas nuevas
Siguiendo las recetas y videorrecetas de su menú, descubre platos que nunca había probado. De este modo, ya no se aburre con la dieta y avanza rápidamente hacia su objetivo. Las sabrosas propuestas la divierten, sin ansiedad ni monotonía.
Antes, a menudo entraba en un bucle continuo de «me gustaría pero no puedo». Hoy se siente más autónoma y decidida, y eso le facilita la vida cotidiana. La intuitividad y la sencillez de la dieta le facilitan continuar y sentirse gratificada e implicada. No se siente obligada, sino que escucha sus propias necesidades.
«Esta dieta me gratifica y me divierte, todo es un sistema que me facilita la vida».
Autocuidado y equilibrio
Mónica no sólo se fija en los resultados de los kilos perdidos, sino en cómo se siente por dentro. Se cuida, presta más atención a sus deseos. Mirar las fotos del «antes» le da fuerzas y la empuja a seguir. Es una cuestión de armonía y equilibrio.
Al desempeñar un trabajo sedentario y de responsabilidad en una empresa, ya no pierde la oportunidad de practicar algún deporte rejuvenecedor. A estas alturas, el gimnasio, como la dieta, al menos dos veces por semana, se ha convertido en una constante. E incluso cuando cae en una tentación de más, ManzanaRoja está ahí para recordarle que no es una derrota.
«De vez en cuando tengo un desliz, pero ahora ya no me pierdo, ¡vuelvo al buen camino!».
Amarse y mejorar
Mónica está aprendiendo a satisfacer sus necesidades sin culpabilidad, viendo la comida como una aliada para el bienestar. Se ha dado cuenta de que queriéndose más a sí misma se pueden conseguir grandes cosas. Mirarse al espejo y tratarse bien es un primer paso hacia el buen cuidado de uno mismo.
Una elección que debe empezar desde dentro, sin esperar que alguien lo haga por nosotros. La mejor sensación es que hoy siente que la dieta es un lugar donde refugiarse y ya no un lugar del que huir.
«Me gusta superarme cada día más y ¡ahora sí que me siento cerca de la mejor parte de mí!».