El pesto de calabacín es una de las tantas formas de preparar el pesto. Difiere (no demasiado) del pesto genovés, pero igualmente es una forma única y muy sabrosa de aderezar de manera diferente y saludable un primer plato, un plato principal o incluso un bocadillo. ¿Por qué no?
Hoy prepararemos juntos la clásica y nutritiva receta del pesto de calabacín. Una preparación para experimentar fácilmente (y con diversión) en tu propia cocina casera.
Un dato importante que debes saber antes de preparar el pesto: una vez listo, guarda el pesto de calabacín en un pequeño tarro de vidrio con tapa hermética durante no más de 2 días. De hecho, los ingredientes son todos frescos y tienden a estropearse rápidamente, incluso en lo que respecta al sabor. Sin embargo, puedes guardarlo en el congelador en contenedores pequeños para consumirlo más adelante.
La receta del pesto de calabacín
Tiempo di preparación: 15 minutos
Tiempo total: 30 minutos
Calorías por Persona: 114
Calorías Totales: 455
INGREDIENTES
– 2 calabacines
– 20 g de queso parmesano
– 20 g de piñones
– 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
– 0,5 dientes de ajo
– sal al gusto
– albahaca (2-3 hojas)
INSTRUCCIONES
1. En primer lugar, lava y corta los calabacines en cubos pequeños. A continuación, pásalos a un colador, añade sal y remuévelos suavemente. Déjalos reposar y escurrir durante unos 30 minutos, removiendo de vez en cuando.
2. Como alternativa, puedes rallar los calabacines enteros directamente con un rallador de malla ancha; en este caso, podrás salar los calabacines en dados en el colador habitual y esperar sólo 10-15 minutos.
3. Cuando haya transcurrido este tiempo, coge los calabacines cortados en dados y apriétalos con las manos para que pierdan definitivamente el agua; procura que no pierdan del todo su consistencia.
4. Ahora es el momento de pasarlos por una batidora con el aceite, el ajo picado, los piñones y las hojas de albahaca; acciona la batidora hasta que la mezcla sea suave y homogénea.
5. Luego, es el momento de añadir el queso parmesano y ajustar la sal (prueba con una cucharita). Vuelve a accionar la batidora para incorporar el queso lo mejor posible.
6. Puedes aderezar primeros platos, platos principales, bocadillos, pizzas o piadinas. Si añades el pesto de calabacín a los primeros platos calientes, lo debes remover (junto con la pasta o el arroz) hasta 1 minuto con un poco de agua de cocción hirviendo.
NOTAS SOBRE LA RECETA
Una porción del pesto de calabacín de nuestra receta es adecuada para unos 80-90 g de pasta.
Aunque el pesto genovés lo requiere, este tipo de salsa no necesita albahaca, sin embargo, nosotros le agregamos algunas hojas.
Puedes usar tu imaginación para crear nuevas combinaciones; o simplemente puedes servir el pesto como salsa para aderezar la pasta o el arroz, para rellenar un bocadillo o una tostada.
Pesto de calabacín la receta clásica, sana y apetitosa para variar en la mesa
Su majestad, el calabacín
El calabacín, que por su color recuerda visualmente el pesto tradicional, es una verdura que se adapta muy bien a la dieta o simplemente a un estilo de vida sano. Es rico en propiedades importantísimas para nuestro cuerpo, tanto que se le considera un pilar de la dieta mediterránea.
- En primer lugar, tiene poquísimas calorías, solo 11 en 100 gramos, y muchas fibras.
- Son ricos en vitaminas, especialmente en vitamina K, B y C. Esta última, además de reforzar las defensas inmunitarias, tiene una acción antioxidante y protege de la acción de los radicales libres. Estas características hacen que sea un verdadero aliado de las dietas hipocalóricas.
- Las fibras, contenidas especialmente en la concha, favorecen la diuresis y el buen funcionamiento del intestino, contrastando el estreñimiento y haciendo que te sientas lleno por más tiempo.
- Esto se debe también a la acción de las fibras con las sales minerales en grandes cantidades, otra ayuda para el intestino, pues desempeña también una acción ligeramente laxante.
- Finalmente, estimulando la eliminación de líquidos, ayudan también a contrastar la retención hídrica.