Cremoso, fresco y delicioso, el helado proteico casero es un postre de cuchara perfecto en la época estival. Sin azúcares añadidos, es ideal para todos gracias a su bajo contenido calórico.
Fácil de hacer, sencillo en sus ingredientes, se prepara sin heladora aprovechando la pulpa firme de algunas frutas y la cremosidad del yogur griego.
Es perfecto para un final ligero de comida, una merienda o un tentempié sano y rico en proteínas en lugar de los dulces habituales, pero también es ideal antes o después de un entrenamiento deportivo. Tanto es así que a menudo se le denomina “helado fit”. Se comercializa ya preparado, pero lo mejor es preparar el helado proteico de manera casera usando ingredientes frescos y medidos.
Cómo hacer helado proteico casero: la receta
Receta de helado proteico casero de chocolate
2
raciones5
minutos2
horas206
kcalIngredientes
1 plátano
150 g de yogur griego
2 cucharaditas de miel
4 cucharaditas de cacao amargo
40 ml de leche de soja
Trocitos de avellana al gusto
Láminas de almendra al gusto
Fruta fresca al gusto
Instrucciones
- En la jarra de la batidora o licuadora poner el plátano cortado en rodajas (preferiblemente ligeramente enfriado en el congelador), el yogur griego que se haya guardado en el congelador en la cubitera, el cacao amargo y la miel. También se puede añadir sirope de arce o stevia, pero sólo si se desea un sabor muy dulce.
- Diluir los ingredientes con un poco de leche vegetal. Nosotros elegimos leche de soja, que es la más rica en proteínas, pero también puedes optar por leche de arroz o de almendras. Batir todo a velocidad máxima con pequeños intervalos, para no sobrecalentar el aparato.
- Cuando la mezcla tenga un aspecto aterciopelado, espeso y cremoso, pasarla a un bol con tapa y meterla en el congelador para que repose durante al menos 2 horas.
- Antes de servir, recordar dejar que se ablande, colocarlo en cuencos y adornar al gusto con pepitas de chocolate, avellanas en grano, almendras laminadas, coco en copos o fruta fresca para bajar también el índice glucémico.
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La elección de la fruta
En la preparación de este helado proteico casero se puede sustituir el plátano por otras frutas de pulpa firme: mango, melocotones o bayas. En la receta “fit”, también hay que añadir proteínas en polvo como cacao, leche, soja o cáñamo.
Si quieres hacerlo aún más “dietético”, añade fibra como la mezcla de fructo-oligosacáridos (FOS).
Helado proteico casero: todas las propiedades
El helado proteico casero es una receta ligera baja en azúcar, rica en proteínas y fibra y baja en calorías: unas 200 kcal por ración, según nuestra receta.
En las dosis adecuadas, pueden consumirlo quienes padecen diabetes, colesterol alto, síndrome metabólico y sobrepeso. Las proteínas que contiene estimulan el metabolismo, ya que su asimilación hace que se queme alrededor del 25% de las calorías que aporta; mientras que las fibras permiten asimilar menos grasas, colesterol y azúcar, además de regular el intestino.
Ideal para quienes vigilan su peso físico y para quienes practican deporte. El helado proteico casero, consumido una hora y media o dos antes de un entrenamiento, proporciona la cantidad adecuada de energía; mientras que, tomado después del entrenamiento, repone de los esfuerzos.
Las proteínas en polvo son un suplemento útil para restablecer la recuperación y el desarrollo muscular tras la actividad física. Contienen todos los aminoácidos esenciales y son proteínas de alto valor.