Después de haber abandonado innumerables dietas, la moral de Lara estaba por los suelos. Cuando se pesó y se llevó un susto, prometió a su marido y a su madre que ManzanaRoja sería la última oportunidad que le daría a una dieta. A lo largo de los años, de hecho, varios intentos fallidos la habían llevado a pensar que existía en ella un verdadero bloqueo fisiológico o intolerancias particulares. Pero esto había sido descartado por pruebas específicas.
Con ManzanaRoja se dió cuenta de dónde estaba el truco. Nunca había prestado atención a la combinación de los distintos nutrientes, al equilibrio de los platos. Y aquí llega el punto de inflexión, Lara quiere creérselo. Y hace bien: la primera semana es un éxito y el resultado es increíble.
«Después de la primera semana me di cuenta de que el problema no era yo, sino las dietas equivocadas que estaba haciendo».
Una dieta que no deprime
Gracias a los resultados de Lara, al cabo del primer mes su marido también se apuntó a la dieta. Y él también ha bajado bastante de peso. Sin duda ayuda ser aliados en este proceso, pero ella nunca ha experimentado ansiedad o estrés como con otras dietas. Gracias a las sustituciones y al menú variado y extenso, no experimentó las dificultades habituales. Incluso si no había ningún alimento de su menú en la nevera, se las arreglaba para encontrar una alternativa para no darse un capricho.
El único esfuerzo fue enseñarse a sí misma beber mucho más de lo habitual. Incluso en las salidas, se las arreglaba para seguir siendo sociable sin dejar de comer sano y, los sábados por la noche, ¡siempre se regalaba una buena pizza! A mitad de camino, tanto ella como su marido se sometieron a exámenes especializados y descubrieron con enorme alegría, bajo supervisión médica, que habían mejorado en muchos valores.
«Tras hacerme un análisis completo, descubrí que todo estaba bien gracias a ManzanaRoja».
No sólo kcal
Lara considera que compararse con otras personas que hacen dieta es muy importante para ella. El grupo de Facebook de ManzanaRoja la ayuda y la motiva siempre que lo necesita. El estímulo en los momentos de positividad y el consuelo cuando algo va mal son cruciales durante una dieta. ManzanaRoja fue todo un descubrimiento.
Ella creía que para adelgazar bastaba con reducir las kcal, pero ahora se ha dado cuenta de lo crucial que es una alimentación sana. El equilibrio de esta dieta revitaliza los hábitos saludables que van más allá del mero recuento de calorías. Con una alimentación adecuada, saborea nuevos sabores, se siente mejor, su cuerpo sonríe.
«La nutrición adecuada alegra mi paladar y mi cuerpo, y me hace sentirme realizada en todos los sentidos».
La autoestima crece
Con una trayectoria tan positiva, hecha de muchas victorias y grandes logros, Lara recupera su autoestima. Y esto se refleja también en los colores que elige. Antes su vestuario era sólo negro, ¡ahora redescubre el deseo de vivacidad incluso en las compras! En el espejo, ahora reconoce a una mujer que había dejado de lado y que ya no podía ver. Y después de perder tantos kilos, esa Lara olvidada vuelve a cobrar plena voz.
«Me gusta redescubrir una parte de mí que había olvidado, ¡hoy me valoro y tengo confianza!».
Y sigue
Lara, cerca de su objetivo final, está deseando entrar en mantenimiento y continuar con lo que para ella es un estilo de vida. Le tranquiliza el hecho de que siempre puede comer algo sabroso, sin dejar de seguir una dieta sana. E incluso cuando ha tenido algún disgusto, no se ha derrumbado. ManzanaRoja no le ha quitado la sonrisa ni las ganas de hacer, le ha dado grandes resoluciones y una conciencia importante. Y ahora puede decirlo, con ManzanaRoja, ¡Lara siente que ha ganado!
«¡ManzanaRoja me ha dado la conciencia para hacer algo bueno por mí y siento que he ganado!».