Empezar una dieta es una decisión difícil y seguirla a largo plazo lo es aún más. Por eso hay que armarse de las mejores intenciones, prepararse psicológicamente y saber cómo motivarse cada vez que se presente algún obstáculo. Desde Manzanaroja te damos algunos consejos para que tu dieta funcione.
Tú eres diferente
Tú no eres así. Toda la vida te has visto así: grande, con ropa ancha. Tu cuerpo ha sido determinante en tu personalidad. Pero tú no eres así. Tú estás así. Tu verdadero yo, tu verdadera personalidad, se esconde dentro de ese cuerpo. Piensa en las cosas que no sueles hacer porque no puedes. Piensa en los chicos que no has podido conquistar porque pensabas que no estabas a la altura. Piensa en los vestidos que no pudiste llevar por no tener la talla. Tú eres ese ser maravilloso que intenta salir de ese cuerpo. ¡Y puedes hacerlo! Poco a poco, paso a paso, kilo tras kilo, encontrarás ese bienestar que te permitirá sentirte bella por dentro y por fuera. Pero hay que empezar ya. Empieza a quererte, a mimarte, a cuidar tu cuerpo y a elegir una vida mejor. Tu cuerpo es tu templo. Estar en forma no es solo un acto de vanidad, es una necesidad para vivir bien y durante más tiempo.
Piensa que eres más saludable
No pienses que estás a dieta. Si empiezas una dieta no debes pensar que estás haciendo un sacrificio. Si la dieta es equilibrada solo se tratará de abandonar los malos hábitos y aprender otros más saludables.
Busca la felicidad en las relaciones con los demás y en tus hobbies
La comida no te hace feliz. Muchas personas creen que la comida les hace felices, por eso no pueden resistirse a un postre de chocolate o a ese cremoso queso que al final acaba siendo una masa de grasa. La comida es placentera pero no nos hace felices; hay que buscar la felicidad en otras cosas: las relaciones con los demás, una actividad que te guste. Cada vez que te encuentres frente a una tentación piensa si de verdad ese trozo de comida va a llenarte y a satisfacerte… La sensación será momentánea, mientras que los verdaderos placeres durarán más…
Lo que no comes hoy puedes comerlo otro día
Crees que no puedes renunciar a ese bocata de chorizo, a tu queso favorito, a tus chocolatinas de media tarde. Pero esa comida estará disponible siempre en cualquier supermercado del mundo. Por lo que si no te la comes hoy, no pasa nada, podrás comértela en otro momento. Reserva tus comidas favoritas para un momento especial, para el fin de semana, por ejemplo. Eso no significa que a partir del viernes por la noche empieces a atiborrarte de comida, sino que podrás concederte algún caprichito de más. Además podrás cocinar los postres light de Manzanaroja y de vez en cuando sustituirlos al pan del desayuno o a la merienda.
Planifica la compra semanal
Seguir la dieta será mucho más fácil si organizas correctamente las comidas diarias, y para eso hay que hacer una buena compra semanal. La dieta Manzanaroja te proporciona cada semana la lista de todos los alimentos que tienes que comprar. No vayas al supermercado con hambre y evita comprar aquellos productos que representen una fuerte tentación.
Reeduca tu organismo hacia una alimentación más saludable
Si estás acostumbrada a comer muchos carbohidratos y dulces, durante los primeros días de la dieta te notarás más débil y tendrás mucha hambre. Tu cuerpo está acostumbrado a recibir su dosis de azúcares y ahora se encuentra en una situación de abstinencia. Lo que tienes no es hambre, es «mono». Saberlo te ayudará a gestionar tus pensamientos. Lleva contigo una manzana o verdura cruda para picotear en los momentos críticos. Bebe agua y piensa que pronto tu cuerpo se reeducará y no necesitarás tanto azúcar.
Si estás acostumbrado a comer con mucha grasa y condimentos puede que al principio la comida te parezca sosa. Tu paladar se tiene que acostumbrar a los nuevos sabores, ten fe en que poco a poco lo hará.
Cocina tu propia comida y conoce las calorías de los alimentos
Intenta encontrar el tiempo para cocinar tus platos, así podrás controlar los alimentos. Si durante la semana comes en un restaurante o en el comedor de la empresa, intenta escoger alimentos con pocas salsas, poco aceite y que preferiblemente no estén fritos. Lo más sano es tomar alimentos al vapor, a la plancha o hervidos. Condiméntalos con poco aceite, añade mucho limón, especias y evita la sal, que no tiene calorías pero te hace retener más líquidos.
Llena tus platos con verduras y nunca elimines los hidratos. Así tendrás mayor sensación de saciedad.
Combate a los saboteadores de tu dieta
Aunque todo el mundo tenga claro que tienes unos kilos de más, habrá siempre alguien que te tentará con comida basura y te dirá: «¡Por una vez no pasa nada!». Por una vez que renuncies no pasa nada, pero si controlas mejor lo que ingieres te sentirás más fuerte y más orgullosa de ti misma. Esas personas no entienden lo que te ha costado llegar a esa decisión; explícales que es importante para ti, para tu salud. Si son personas importantes en tu vida puedes pedirles que te ayuden a respetar la dieta. Si son personas que solo ves de vez en cuando, di: «No, gracias, no me apetece ahora», y con una sonrisa ¡piensa en lo fuerte que has sido!
Con una dieta equilibrada no tienes que pasar hambre
Si estás siguiendo una dieta equilibrada, con la correcta cantidad de carbohidratos, proteínas, grasas y vegetales, no deberías pasar hambre. La dieta Manzanaroja es personalizada y te dará el correcto aporte calórico para hacer frente a tus actividades diarias. Si tienes hambre entre las 5 comidas diarias puedes comer una pieza de fruta o verdura cruda. Ese pequeño tentempié te ayudará a llegar a la comida siguiente con un hambre normal ¡y no de lobo! No ayunes, el ayuno va en tu contra.
No tengas prisa por ver los resultados
Los resultados vendrán poco a poco. La evolución no siempre seguirá el mismo ritmo. Así que no te desanimes nunca y sigue adelante.
Haz deporte
Busca un deporte que te guste, una clase de baile o simplemente vete a pasear tres veces a la semana con tus amigas. Te ayudará no solo a reactivar tu metabolismo y a quemar más calorías, sino también a ser más positiva. Además, tendrás menos tiempo para aburrirte y pensar en comer.