Hace dos días que he comenzado la dieta, pero mi problema siempre ha sido el hambre nerviosa. Mi vida no es fácil y me desahogo comiendo dulces y pizza. ¿Qué puedo hacer?
Respuesta:
Consolarse con la comida es una práctica muy común y el tratamiento debe ser más psicológico que alimentario. Intenta aislar lo que te molesta y concéntrate en ello en lugar de derramar tu frustración o insatisfacción con la comida. Piensa que si consigues controlar el hambre nerviosa podrás obtener buenos resultados con la dieta y será más fácil seguir adelante. Cuando te sientas agobiada, da un paseo: caminar aclara las ideas y estimula el metabolismo