La cheesecake es un dulce típico de la tradición gastronómica anglo-americana. Manzanaroja te propone una versión más ligera, ideal para quien ama los dulces y no quiere renunciar a un pequeño placer, incluso estando a dieta. La cheesecake es muy ligera y nutritiva.
En la receta encontrarás yogurt, ricota, queso crema y poca mantequilla. Puedes prepararla para una cena o un almuerzo entre amigos, pero también puedes comerla en el desayuno, como una excepción. Si tienes dudas, ¡aquí puedes ver cómo incluir los dulces en tu dieta!
Cheesecake ligera: la importancia de la ligereza
¿Cuántas veces deseamos una buena porción de dulce a la que, por motivos de salud o de mantener la línea, debemos renunciar? Con la cheesecake ligera de Manzanaroja es posible saltar uno que otro sacrificio. Las calorías son limitadas, su preparación no es complicada y la receta en sí misma puede combinarse con los planes de dieta más exigentes.
Podrías decir que es una cheesecake dietética (o casi). Sin tener que eliminar demasiados ingredientes. Encontramos el yogurt griego y el requesón (queso fresco o queso de Burgos) – lácteos, sí, pero claramente ligeros – y las cualidades de los frutos rojos. Luego está el azúcar, en cantidades claramente reducidas respecto a la media, y también la mantequilla.
Entonces, intenta preparar ahora la cheesecake ligera sin cocción de Manzanaroja, perfecta como postre para cualquier ocasión. Sin duda alguna, es uno de los dulces más sencillos, frescos y deliciosos.
Cheesecake ligera: la receta
Porciones: 8 personas
Calorías por persona: 276
Calorías totales: 2215
INGREDIENTES
Para la base:
150 g de galletas secas
60 g de mantequilla ligera
Para la crema:
250 g de yogurt griego magro al natural
200 g de queso crema ligero
250 g de requesón o queso de Burgos
90 g de azúcar
10 g de gelatina natural
2 cucharadas de agua
125 g de bayas (o cualquier otra fruta de tu gusto)
INSTRUCCIONES
- Derrite la mantequilla ligera. Cubre un molde de 20 cm de diámetro con fondo móvil con el papel para hornear.
2. Prepara la base: tritura las galletas secas en una licuadora hasta que se convierta en polvo. Añade la mantequilla ligera derretida, mezcla con una cucharilla hasta obtener un compuesto de consistencia “manejable”.
3. Recubre con las galletas el fondo del molde, creando una capa uniforme y compactando bien con una cucharilla. Mete la base en el refrigerador durante al menos 30 minutos o 10 minutos en el congelador.
4. Añade la gelatina natural en un envase con agua durante al menos 10 minutos para que se suavice.
5. Mientras tanto, prepara la crema: mezcla el yogurt griego con la ricota, el queso crema ligero y el azúcar. Luego, aprieta la gelatina natural y derrítela con dos cucharadas de agua caliente, mezclando con atención.
6. Añade ahora la gelatina natural y mezcla para incorporarla.
7. Añade la crema de queso y yogurt al molde.
8. Nivela la superficie y deja que se enfríe en la nevera durante al menos 4-5 horas. Cuando esté bien fría, decora con la fruta y sírvela.
Propriedades nutricionales de la cheesecake ligera
La ricota, el yogurt griego y el queso representan la parte proteica de esta receta. Son todos productos lácteos que, si se consumen en cantidades adecuadas, son indispensables para la salud del organismo. Veamos por qué.
- El yogurt griego es rico de calcio, fundamental para la buena salud de tus huesos. Los fermentos lácteos que contiene ayudan al funcionamiento y la regularidad del intestino. Además, son útiles para combatir el estreñimiento y las inflamaciones, pero también los problemas del sistema inmunológico. El yogurt, para terminar, también es rico en vitaminas, en particular de vitamina A y las del grupo B (B1, B2, B3, B6, B12) pero también las vitaminas C, J y PP.
- La ricota, uno de los lácteos menos grasosos por excelencia, contiene vitamina A, vitamina B12 y riboflavina. Esta última es muy importante para la salud del cabello y las uñas y para la vista. Contiene importantes sales minerales como el calcio, el magnesio, pero también sodio y potasio.
- Las bayas son ricas en fibras como la pectina, que tiene propiedades depurativas, diuréticas, digestivas y laxantes. La vitamina C que contienen ayuda al sistema inmunológico y actúa como antioxidante. Además, las bayas tienen propiedades antiinflamatorias, promueven la buena circulación y combaten la retención de líquidos, ayudando pues a quienes tienen problemas de celulitis.
Es una receta de Antonella Pagliaroli, foodblogger del sitio Fotogrammi di zucchero.