Tras años de estudio e investigación, por fin se ha dado luz verde a la introducción de la avena sin gluten en la dieta de los celíacos. Es un cereal especialmente rico en fibra, versátil y dotado de valiosas propiedades nutritivas. Por ello, resulta muy adecuado en la dieta sin gluten porque aumenta la variedad dietética.
Además, se ha demostrado que la mayoría de los celíacos toleran la avena sin problemas. Sin embargo, sigue habiendo dudas sobre el riesgo de contaminación para los celíacos. Intentemos aclararlas juntos.
La avena y la dieta sin gluten: ¿cuál es el riesgo de contaminación?
La presencia de la avena en una dieta sin gluten siempre ha suscitado dudas e interrogantes, ya que este cereal podría estar contaminado por el trigo. Sin embargo, hoy en día, gracias al desarrollo de procedimientos específicos de cultivo, almacenamiento, molienda y transporte, el riesgo de contaminación de la avena se ha reducido considerablemente.
Además, varias pruebas experimentales han revelado que la toxicidad de la avena para los celíacos también puede cambiar en función de la variedad de este cereal.
De hecho, algunas variedades son capaces de desencadenar mecanismos de inflamación dependientes del gluten in vitro, mientras que otras carecen por completo de este efecto. Por lo tanto, para que la avena sin gluten pueda ser consumida con seguridad por los celíacos, debe pertenecer a una variedad probada como no tóxica.
Es por ello que la mayoría de los celíacos pueden incluir la avena en su dieta sin efectos negativos para la salud.

Los valores nutricionales de la avena sin gluten
La avena (Avena sativa) es un cereal con notables cualidades nutritivas. En primer lugar, sin embargo, conviene saber que también es el más calórico. Incluirla en una dieta sana y equilibrada es correcto, pero hay que tener cuidado de no excederse en su consumo, sobre todo cuando se está a dieta.
También es el cereal con mayor contenido en grasa que, aunque no es tan alto como en otros alimentos, es unas tres veces superior a la media de los demás cereales.
Esta característica hace de la avena sin gluten un cereal muy energético que se utiliza desde hace tiempo como alimento nutritivo y fortalecedor. Es especialmente indicado para convalecientes y niños.
En cuanto a las propiedades nutricionales de este cereal, la avena es ante todo una valiosa fuente de fibra. Entre las fibras vegetales solubles más importantes se encuentran los betaglucanos, que son eficaces para reducir la concentración de colesterol en la sangre. También es un cereal con un índice glucémico bajo, por lo que resulta valioso para los diabéticos.
Además, la fibra tiene la capacidad de aumentar la saciedad, una ventaja nada desdeñable para quienes siguen una dieta. La avena también proporciona un buen aporte de proteínas, por lo que es útil para las personas con bajo peso o falta de apetito.

Avena en la cocina: ¿cuál es la mejor manera de consumirla?
Comercialmente, la avena puede adquirirse en forma de granos descascarillados, copos, harina y salvado.
- Los granos descascarillados se obtienen eliminando la última capa fibrosa, el salvado. Con este proceso, los granos adquieren un color más claro y se utilizan principalmente en sopas, potajes y ensaladas. Antes de cocinarla, la avena descascarillada debe remojarse durante unas 3 horas.
- Los copos de avena se obtienen tras la cocción al vapor de los granos, que luego se trituran entre dos rodillos. Suelen consumirse en el desayuno, añadidos a una bebida fría o caliente, o cocinados como base de pasteles o para aromatizar la masa de pan. El producto de avena más conocido es el porridge, emblema del desayuno anglosajón. Se trata de una sopa dulce elaborada con copos de avena, leche y fruta fresca y seca. Es muy energético y, por tanto, calórico. Prueba nuestra receta de gachas de avena, un plato sano, ligero y delicioso.
- La harina de avena se obtiene moliendo los granos de este cereal. Esta harina es excelente para pasteles, galletas y como ingrediente básico para un delicioso y saludable pan sin gluten.
- El salvado de avena es un producto muy popular entre quienes siguen una dieta de adelgazamiento. Gracias a su especial concentración de fibra, contrarresta la velocidad de absorción del azúcar, el colesterol y las calorías. También tiene un índice glucémico bajo, por lo que tomarlo dos veces por semana reduce la acumulación de insulina después de las comidas. Además, contiene porciones muy elevadas de fibra, lo que favorece el tránsito intestinal.