El aloe vera es una planta con mil usos. Conocida por sus propiedades antiinflamatorias, calmantes y depurativas, se utiliza a menudo en el campo de la cosmética natural. Pero lo que mucha gente no sabe es que el jugo de aloe tiene grandes beneficios y también puede utilizarse para la nutrición.
Puedes encontrar aloe vera en forma de gel, zumo o cápsulas. La principal virtud del gel de aloe vera es dermatológica. Puedes utilizarlo para aliviar quemaduras superficiales de la piel y sobre todo para reparar la epidermis.
A continuación te explicamos el origen del áloe, sus propiedades beneficiosas y cómo utilizar tanto el gel como el zumo.
Aloe vera: qué es, planta y tipo
El aloe vera es una planta suculenta originaria de África que pertenece a la familia de las aloeáceas y comprende más de 500 especies. Es conocida por sus propiedades calmantes y medicinales, derivadas del gel que se encuentra en sus hojas.
De origen muy antiguo, se menciona incluso en el Antiguo Testamento, así como en documentos que atestiguan su uso por egipcios, chinos, indios y árabes.
Por ello, se utiliza desde hace siglos como remedio natural para tratar diversos problemas de salud. Por ejemplo para quemaduras, heridas, inflamaciones, acidez estomacal y trastornos digestivos. Además, se utiliza a menudo como ingrediente en productos cosméticos para el cuidado de la piel. Por ejemplo cremas, lociones y geles hidratantes, por sus propiedades humectantes y regeneradoras.
Existen distintas variedades, como el Aloe vera o Aloe barbadensis y el Aloe ferox, con tallos leñosos de altura variable y penachos de hojas carnosas, muy grandes, lanceoladas y con bordes espinosos. Las flores del aloe crecen en un tallo en medio de las hojas, son colgantes, agrupadas, de color amarillo o rojo. El fruto consiste en una cápsula.
De las plantas de áloe se obtienen dos extractos con propiedades y beneficios diferentes:
- Zumo, muy espeso, que se obtiene de la parte externa de la hoja. Es rico en antraquinonas, sustancias que estimulan el peristaltismo intestinal y tienen acción laxante.
- Gel, que se extrae de la parte central de las hojas, rico en agua, polisacáridos, aminoácidos, vitaminas y enzimas.
Cómo cultivarlo en casa
El aloe vera es una planta fácil de cultivar incluso en interiores, ya que se adapta a diversas condiciones climáticas. Se inicia con un pequeño esqueje que se coloca en una maceta, en un lugar luminoso, o en el suelo. También es muy bonita como planta ornamental, así como por el gel que contiene.
Hay que elegir el recipiente más adecuado. El aloe vera prefiere vivir en recipientes pequeños y estrechos, que se pueden rellenar con tierra que drene bien.
El aloe prefiere un lugar luminoso, pero no luz directa del sol, especialmente durante las horas más calurosas del día.
Al ser una planta suculenta, necesita muy poca agua. De hecho, es mejor no regar la tierra con frecuencia, ya que esto podría provocar la pudrición de las raíces. De hecho, sólo hay que regar cuando la tierra esté completamente seca.
No necesita mucho abono, como mucho una vez al mes, un abono orgánico ligero.
Crece lentamente y no requiere mucha poda. Sin embargo, si la planta crece demasiado para la maceta, es mejor cortar las hojas más viejas y tal vez utilizarlas para originar nuevas plantas.
Normativa sobre cultivo y producción industrial
Es importante tener en cuenta que para la producción y el cultivo de aloe vera a nivel industrial, existen ciertas normas y estándares que deben seguirse para garantizar la calidad del producto final.
Además, de las numerosas variedades, sólo dos, Aloe arborescens y Aloe vera, se utilizan con fines terapéuticos. La Comisión Europea se ha manifestado recientemente prohibiendo el uso de ciertas sustancias en las que es rico el aloe, consideradas tóxicas según las evaluaciones de la Efsa (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). Esta disposición frena un mercado bastante sólido, que incluye los cosméticos, la fitoterapia y el sector alimentario.
Lo que suscita cierta preocupación para la seguridad de los consumidores son los derivados hidroxiantracénicos, sustancias que se encuentran de forma natural en varias especies botánicas y en abundancia en el jugo de áloe. Los más comunes son la aloína, la emodina y la aloe-emodina.
Así pues, la entrada en vigor del Reglamento UE 468/2021 prohíbe de hecho la comercialización de complementos a base de áloe y corre el riesgo de poner en serias dificultades un mercado activo desde hace muchos años.
Los complementos más afectados son los que actúan sobre el tránsito intestinal a base de hojas de Aloe.
En cambio, los zumos, que sólo utilizan la parte interna de la hoja y se recomiendan por sus efectos beneficiosos sobre el aparato digestivo y su acción depurativa, no se ven afectados por el reglamento. Esto se debe a que los derivados hidroxiantracénicos se encuentran principalmente en la cáscara.
No obstante, todos los complementos de Aloe deben garantizar un contenido de aloeína-hemodina inferior a 1ppm.
Composición y propiedades del aloe vera
El aloe vera como hemos dicho contiene un gel transparente en el interior de sus hojas. Es rico en compuestos bioactivos con excelentes beneficios para la salud.
He aquí algunos de ellos:
- Polisacáridos: son hidratos de carbono complejos que proporcionan energía y nutrición a la planta. Estos polisacáridos también tienen propiedades inmunomoduladoras y antiinflamatorias.
- Antraquinonas: son sustancias alcaloides presentes en el aloe vera que tienen propiedades analgésicas, antiinflamatorias y laxantes.
- Vitaminas: especialmente del grupo B, vitamina A, C y vitamina E, que tienen propiedades antioxidantes y ayudan a combatir el estrés oxidativo y a reforzar el sistema inmunitario.
- Minerales: el aloe vera también contiene minerales como magnesio, fósforo, hierro, zinc y potasio, que son esenciales para la salud de los huesos y el sistema nervioso.
- Enzimas: contiene amilasa y lipasa, que ayudan a digerir los hidratos de carbono y las grasas.
- Ácidos grasos: como el ácido salicílico, que tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a reducir el dolor.
Entre sus numerosas propiedades destacan las antibacterianas, cicatrizantes, hidratantes, calmantes y antiinflamatorias. Su gel se utiliza generalmente para tratar quemaduras, escoceduras, heridas, dermatitis y otros problemas de la piel. Descubre nuestro artículo para tener una piel perfecta.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las propiedades del aloe vera han sido demostradas en estudios clínicos y que algunos efectos pueden variar en función de la calidad y la cantidad de aloe utilizada.
Para qué sirve el aloe vera: todos los beneficios
El aloe vera es conocido desde la antigüedad por sus efectos beneficiosos para la salud. Pero es importante reiterar que su uso no está aprobado por la ciencia para el tratamiento de enfermedades y no forma parte de la composición de medicamentos, sino sólo de complementos alimenticios.
He aquí algunos beneficios.
Digestión y acidez estomacal
El aloe vera contiene enzimas que ayudan a digerir los hidratos de carbono y las grasas, y puede ser útil para combatir el estreñimiento y otros trastornos digestivos. En particular, es un excelente remedio para el reflujo gastroesofágico, un trastorno digestivo que también suele causar acidez.
Algunas investigaciones han demostrado que el consumo de 30 a 60 g de gel de áloe con las comidas podría reducir los síntomas del reflujo y aliviar los problemas digestivos. Sin embargo, estos estudios aún están en curso.
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Previene la caries
En un estudio realizado por un equipo de investigadores en 300 personas sanas, los investigadores compararon el zumo de aloe vera 100% puro con el ingrediente estándar del enjuague bucal, la clorhexidina.
Tras cuatro días de uso, el enjuague bucal a base de áloe resultó ser tan eficaz como la clorhexidina para reducir la placa dental.
En particular, ha demostrado su eficacia para eliminar bacterias como el Streptococcus mutans y hongos como la Candida albicans.
Reduce el azúcar en sangre
Beber dos cucharadas de zumo de aloe vera al día puede reducir los niveles de azúcar en sangre de las personas con diabetes de tipo 2.
Según un estudio publicado en Phytomedicine, el aloe vera podría tener futuro en el tratamiento de la diabetes. En concreto, se descubrió que la administración de una cucharada sopera de zumo de aloe vera, dos veces al día durante al menos dos semanas en sujetos con diabetes, disminuía los niveles de azúcar y triglicéridos en sangre. Estos resultados son alentadores, pero aún no concuerdan con otras investigaciones y, por tanto, no son concluyentes.
No obstante, quienes padezcan diabetes y tomen medicación hipoglucemiante deben consultar a su médico antes de consumir el zumo de esta planta, ya que podría reducir aún más los niveles de glucosa.
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Laxante natural
El aloe vera se considera un laxante natural. Los estudios han examinado los beneficios de la planta para facilitar la digestión y aliviar el estreñimiento.
Sin embargo, la Clínica Mayo recomienda utilizarla con moderación: una dosis de 0,04 a 0,17 g de jugo seco es más que suficiente.
Si, por el contrario, se padecen enfermedades como la enfermedad de Crohn, colitis o hemorroides, es mejor no tomarla, y lo mismo si se están tomando otros medicamentos.
Cuidado de la piel
El aloe vera es conocido por sus propiedades hidratantes y calmantes, que pueden ayudar a tratar la piel seca, irritada y enrojecida. El gel también puede reducir la inflamación y acelerar el proceso de cicatrización de las heridas.
Sistema inmunitario
Contiene compuestos con propiedades inmunomoduladoras y antiinflamatorias que pueden ayudar a reforzar el sistema inmunitario y a combatir las infecciones.
Entre ellos se encuentra el acemanano, un azúcar con propiedades antivirales y antiinflamatorias que puede regular las respuestas inmunitarias a agentes infecciosos o sensibilizantes, como las alergias o las enfermedades autoinmunes.
Antiinflamatorio
Contiene fitocompuestos que tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ser útiles para tratar la inflamación y el dolor asociados a diversas afecciones. De hecho, alivia la irritación y la inflamación de la piel, contrarrestando el picor y el enrojecimiento.
Sus beneficios se atribuyen a la presencia de mucopolisacáridos, sales minerales, aminoácidos y vitaminas C y E. Estos la convierten en una planta que también puede contrarrestar los signos del acné.
Gel de aloe vera: ¿para qué sirve?
Mucha gente conoce el aloe en forma de gel, que luego puede transformarse en cremas o lociones, porque la industria de la cosmética natural lo utiliza mucho.
He aquí sus principales beneficios.
Su poder es tan concentrado que el aloe vera ayudaría a cicatrizar más rápidamente algunas heridas.
Es el producto que siempre hay que tener en casa, útil para aliviar incluso en casos de picores y picaduras de insectos. Por último, favorece la cicatrización de las úlceras bucales y la inflamación de las encías.
También se puede utilizar a diario para combatir el envejecimiento de la piel y la aparición de arrugas. El aloe vera hidrata la piel y estimula su regeneración aumentando la producción de colágeno. Además, es un excelente calmante post-depilación tanto para las piernas como para la cara.
Proporciona alivio en casos de quemaduras solares, pero también en casos de piel agrietada. Esto se debe a que es un excelente bálsamo reparador gracias al glucomanano y la pectina, que retienen el agua e hidratan la piel.
Además, el gel de aloe vera ayuda a mejorar ciertas afecciones dermatológicas como:
- Acné
- Eczema
- Herpes
Es ideal como mascarilla facial para pieles enrojecidas, gracias a sus propiedades calmantes. Pero también para aliviar las manos agrietadas y enrojecidas por el frío.
Además, el gel de aloe vera puede encontrarse en numerosos tratamientos capilares. De hecho, es un excelente remedio para fortalecer el cuero cabelludo, calmar las irritaciones y combatir la caspa.
Zumo de aloe vera
El zumo de aloe vera se toma en ayunas, un cuarto de hora antes del desayuno. Puede tomarse puro o diluido en agua o zumo. Hay que evitar las bebidas calientes, ya que se corre el riesgo de alterar las vitaminas.
Es importante respetar la dosis diaria: el máximo recomendado es de 50 ml. Un consumo diario de 20 a 30 ml es ideal para disfrutar de todos los beneficios de esta planta.
Tiene importantes propiedades laxantes y depurativas. Esto se debe a la presencia de compuestos químicos específicos que irritan la mucosa intestinal, estimulando la acumulación de agua dentro de la luz intestinal. El aumento de líquidos intestinales no sólo ablanda las heces, sino que también aumenta la motilidad del intestino favoreciendo la evacuación.
Los preparados que contienen áloe se encuentran fácilmente en herboristerías y se recomiendan para el tratamiento del estreñimiento agudo. Hacen efecto entre seis y doce horas después de su ingesta. La dosis a tomar es de 10-30 miligramos al día durante no más de siete días para no dañar la mucosa intestinal.
Usos del aloe vera
El aloe vera tiene muchos usos debido a sus múltiples beneficios para la salud. Se puede encontrar comercialmente en forma de zumo, gel o suplemento en cápsulas, incluso en sticks labiales.
Entre los diversos ámbitos en los que se utiliza se encuentran:
Belleza y cuidado de la piel
A menudo se utiliza como ingrediente en productos para el cuidado de la piel, como cremas y lociones, porque tiene propiedades hidratantes y refrescantes, calmantes y antiinflamatorias. Puede ayudar a tratar quemaduras, acné, eczema y otras afecciones cutáneas.
Es eficaz contra las picaduras de insectos y sus propiedades hacen que el gel sea excelente para tratar irritaciones cutáneas y quemaduras en la playa. También después de la depilación. Por último, sus propiedades lo convierten en un remedio natural para tratar la piel grasa, seca o mixta.
Salud y bienestar
Ya hemos visto sus numerosas propiedades beneficiosas para la salud, como reducir la inflamación y estimular el sistema inmunitario. En forma de suplemento, también facilita la digestión, contrarresta el estreñimiento y alivia los síntomas del reflujo gastroesofágico.
Por último, tiene un efecto detox, que ayuda al organismo a deshacerse del exceso de toxinas. Además, su efecto antioxidante contrarresta el envejecimiento celular.
Su actividad antiinflamatoria se debe a los polifenoles, un grupo de compuestos vegetales ricos en antioxidantes.
Por último, también es una valiosa ayuda para las piernas cansadas e hinchadas. De hecho, el gel mejora la circulación capilar, especialmente si las piernas han estado sometidas a esfuerzos como tacones altos o estar demasiado tiempo sentado.
Cuidado del cabello
Incluso el cabello sometido a estrés, sobre todo durante el verano o por exceso de tintes, puede recuperar su salud con acondicionadores nutritivos a base de gel de aloe.
El acondicionador debe aplicarse sobre el cabello húmedo. Debes dejarlo actuar unos minutos, masajeando el cuero cabelludo y aplicándolo especialmente en las partes más dañadas, como las puntas, y luego lava el cabello, como de costumbre, con champú.
Cómo elegir el aloe vera
El aloe vera se puede encontrar en el mercado en diversas formas. Si se trata de zumo, lo mejor es decantarse por las bebidas que dicen “zumo puro”. Esto se debe a que se basan en pulpa de aloe estabilizada en frío y contienen al menos un 90% de la misma.
De este modo, puedes estar seguro de que no consumes azúcares añadidos ni sustancias nocivas como conservantes o colorantes y, como ya hemos dicho, aloína.
Es mejor evitar el aloe en polvo, que rara vez contiene la pulpa pura.
En cambio, si se trata de gel, no suele haber ningún problema. De todos modos, el consejo es elegir un producto de cultivo ecológico.
Entre los innumerables zumos “puros” del mercado, los hay de mala y de buena calidad, con porcentajes diferentes. ¿Cómo orientarse entonces en la elección?
Guía de compra
El valor más importante es la titración, que, expresada en mg por litro, indica el contenido en polisacáridos de áloe. Cuanto más alto sea este valor, mayor será la calidad y la eficacia del zumo.
La calidad y la pureza de un zumo o de un gel también vienen determinadas por el método de elaboración y extracción. Por supuesto, es preferible el cultivo natural sin utilizar pesticidas ni insecticidas.
Las hojas no deben recolectarse antes de los 5 años y deben exprimirse después de la cosecha, garantizando así la conservación de los nutrientes y que el gel interior no se oxide.
El método de extracción considerado óptimo debe ser a partir de la hoja entera. Este se realiza eliminando la aloína (un derivado de la antraquinona con acción laxante) mediante un simple prensado en frío.
Por ello, es importante leer atentamente las etiquetas y la descripción del producto.
Son preferibles los zumos no sometidos a procesos de pasteurización, para no alterar la eficacia de los principios activos. Además, los mejores zumos proceden de cultivos certificados por el Consejo Internacional para la Protección de la Producción del Aloe (IASC) y se procesan manualmente y “en frío”. Incluso la selección, descascarillado y lavado de las hojas de aloe se hace a mano.
A algunos productos se les añaden enzimas específicas que aumentan el número de sustancias activas del producto.
El precio es muy variable y depende de la calidad. Un zumo puede costar de 7 a 40 euros, un gel de 6 a 50 euros.
Contraindicaciones del aloe vera
La principal contraindicación del áloe, como ya se ha explicado, reside en su contenido en aloína, presente en la cáscara.
Por esta razón, siempre es una buena idea evitar hacer el zumo en casa: es mejor comprar zumo sin aloína, que se puede encontrar en tiendas especializadas pero también en supermercados de alta gama.
Aparte de los que sufren intolerancias a componentes individuales, en general, recuerda que:
- Las personas que estén tomando medicamentos sólo deben tomarlo tras consultar a su médico.
- No se recomienda utilizar el zumo durante el embarazo. Especialmente porque aún no se ha establecido la ausencia total de contraindicaciones durante la gestación. Tampoco durante la lactancia, ya que amargaría la leche.
- Las personas que padecen diarrea crónica deben limitar el consumo de zumo de áloe, ya que podría agravar el problema.
En cambio, el gel de aloe no ha mostrado efectos secundarios particulares y puede ser utilizado por todo el mundo.
¿El áloe cura el cáncer?
No, actualmente no existen estudios científicos que demuestren un papel activo del áloe en la prevención o el tratamiento del cáncer. Aún así, algunos investigadores están evaluando los efectos sobre el organismo de algunas de las sustancias contenidas en esta planta.
Sin embargo, muchos de estos estudios realizados hasta ahora, y que en algunos casos han arrojado resultados interesantes, se han llevado a cabo en células aisladas y animales de laboratorio, nunca todavía en seres humanos. Por ello, los datos actualmente disponibles son insuficientes para afirmar que las sustancias estudiadas sean también eficaces y seguras en terapias humanas.
Un estudio publicado en la revista BMC Chemistry en 2020 señala también que sólo unas pocas especies de aloe (en particular A. vera y A. arborescens) son utilizadas actualmente por la industria farmacéutica y cosmética, pero que existen muchas otras especies de esta planta, cada una rica en diferentes compuestos bioactivos que aún no han sido explorados.
