La frambuesa, pequeña baya jugosa con un sabor aromático agridulce muy característico, está llena de propiedades beneficiosas. La frambuesa es la fruta amiga de las mujeres.
De hecho, «cuida» del bienestar de la mujer, protegiendo su aparato sexual y ayudando a su funcionamiento hormonal.
Y no sólo eso, equilibra los desequilibrios que acompañan a la menopausia. Pero la frambuesa también se recomienda durante el embarazo porque tonifica los músculos del útero mejorando las contracciones.
Se pueden encontrar en los puestos del mercado entre mayo y octubre, por lo que son perfectas, frescas y calman la sed de cara al verano.
Frambuesa: ¿qué es?
Las frambuesas forman parte de los llamados frutos rojos y pertenecen a la familia de las rosáceas y al género Rubus. Son muy parecidas a las moras y las fresas, pero tienen una forma característica y un sabor único.
La planta de la frambuesa es perenne y los frutos maduran en primavera-verano, variando su color del rojo al morado oscuro. Suelen estar formadas por pequeñas semillas que forman los frutos llamados drupeletas, que se desprenden fácilmente cuando maduran.
Las frambuesas son muy apreciadas por su sabor agridulce y su textura suave. Se consumen frescas y como ingrediente de postres, mermeladas, helados, zumos y otros productos.
También son conocidas por sus propiedades antioxidantes y por ser ricas en vitamina C, fibra alimentaria y otros nutrientes beneficiosos para la salud.
Es importante recordar, sin embargo, que pueden dar reacciones alérgicas en quienes tienen sensibilidad a esta fruta y que es bueno lavarlas bien para eliminar cualquier resto de tierra o pesticidas.

Propiedades de la frambuesa: todos los detalles
Al igual que otras bayas, la frambuesa se caracteriza por su color rojo y azul/morado debido a la presencia de fitocompuestos con propiedades antioxidantes como antocianinas, flavonoides (especialmente quercetina y rutina) y otros pigmentos.
Estas sustancias desempeñan funciones protectoras de la planta y son igualmente importantes para la salud.
También contienen una buena cantidad de minerales y vitaminas.
Su aporte calórico es bastante limitado debido a su bajo contenido en azúcar y, gracias a la importante presencia de fibra y agua, son muy adecuadas para las dietas de adelgazamiento y las dietas hipocalóricas. De hecho, las calorías de la frambuesa no son muchas, unas 49 Kcal por 100 g.
Valores nutricionales por cada 100 g
MINERALES | |
Sodio (mg) | 3 |
Fósforo (mg) | 52 |
Hierro (mg) | 1 |
Potasio (mg) | 220 |
Calcio (mg) | 49 |
VITAMINAS | |
Tiamina (mg) | 0.05 |
Riboflavina (mg) | 0.02 |
Niacina (mg) | 0.50 |
Vitamina C (mg) | 25 |
Vitamina A (µg) | 13 |
Composición química por cada 100 g
Agua (g) | 84.6 |
Energía (kcal) | 49 |
Proteínas (g) | 1.0 |
Lípidos (g) | 0.6 |
Colesterol (mg) | 0 |
Carbohidratos disponibles (g) | 6.5 |
Fibra total | 7.4 |
Para que son buenas las frambuesas: todos los beneficios
Rica en antioxidantes
La frambuesa es una fuente importante de antioxidantes como la vitamina C, las antocianinas y los flavonoides. Los antioxidantes ayudan a proteger las células de los daños causados por los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas, envejecimiento prematuro e inflamación.
Todos ellos son compuestos orgánicos que protegen la fruta de las agresiones externas, pero también son muy beneficiosos para la salud de nuestro organismo.
Acción antiinflamatoria potencial
Las antocianinas presentes en la frambuesa pueden tener propiedades antiinflamatorias, ayudando a reducir la inflamación en el organismo y aportando beneficios potenciales para la salud cardiovascular y el tratamiento de afecciones inflamatorias.
Según algunos estudios, la acción protectora afecta al cartílago y al colágeno. Sin embargo, aún es pronto para disponer de datos suficientes que avalen la utilidad de las frambuesas en enfermedades inflamatorias como la artritis o trastornos de las vías urinarias como la cistitis.

Ingesta de fibra y micronutrientes
La frambuesa es rica en vitamina C, que contribuye al funcionamiento del sistema inmunitario y a la producción de colágeno. También contiene vitamina A, potasio y manganeso, que son buenos para la salud ósea, la función muscular y la salud en general.
También es una excelente fuente de fibra dietética, que favorece la regularidad intestinal, promueve la saciedad y ayuda a mantener un sistema digestivo sano.
Frambuesa y diabetes
La frambuesa es útil para las personas con problemas de azúcar en la sangre porque es una fruta con un índice glucémico muy bajo.
Las importantes cantidades de fibra alimentaria y compuestos polifenólicos de la frambuesa roja no sólo producen efectos antioxidantes y antiinflamatorios, que ayudan a controlar el exceso de triglicéridos, sino que también desempeñan un papel preventivo contra la aparición de la diabetes de tipo 2.
Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Washington en Pullman evaluó los efectos preventivos de la suplementación con frambuesas rojas sobre las anomalías metabólicas asociadas a una dieta rica en grasas.
Se observó que la frambuesa restablecía los niveles basales de glucosa en sangre en condiciones de riesgo potencial, mejorando la intolerancia a la glucosa y la resistencia a la insulina, exacerbadas por una dieta rica en grasas.
El hígado es el lugar clave del metabolismo energético y un tejido periférico clave en la respuesta a la insulina. La suplementación con frambuesas redujo la acumulación de grasa en el hígado y mejoró la resistencia a la insulina. Así pues, la inclusión de frambuesas rojas en los hábitos alimentarios representa una estrategia prometedora para mejorar las anomalías metabólicas inducidas por la dieta.
Sin embargo, estos estudios necesitan una mayor confirmación.
Ayuda a las mujeres
La frambuesa se utiliza mucho en fitoterapia y se considera una fruta amigas de la mujer. Esta atribución se deriva principalmente de sus beneficios durante la menstruación y la menopausia. En efecto, las propiedades antiespasmódicas y descongestionantes de estas bayas se utilizan excelentemente en caso de menstruaciones dolorosas.
Como equilibrador del sistema hormonal femenino, también está indicado en casos de:
- Amenorrea, es decir, ausencia de menstruación.
- Irregularidad del ciclo menstrual.
- Tratamiento de los quistes ováricos.
- Ovario poliquístico.
- Fibromas.
Ya en la antigüedad se sugería a las mujeres embarazadas el consumo de frambuesa, porque su aporte de ácido fólico y vitamina PP favorece el desarrollo normal del feto y mejora la elasticidad de las paredes de los vasos sanguíneos.
Además, el extracto de hoja se utiliza en el último periodo del embarazo para aliviar y atenuar las contracciones.
Por último, se recomienda para todas las dolencias que acompañan al periodo menopáusico, como sofocos, cambios de humor y depresión.
Las frambuesas son buenas para la vista
La frambuesa, al igual que el arándano, también puede ayudar a prevenir los trastornos oculares relacionados con la visión crepuscular y nocturna, y proteger la retina contra la fragilidad capilar ocular.
De hecho, se ha demostrado que los flavonoides presentes en la fruta mejoran la pérdida de visión típica de la miopía. Los compuestos antioxidantes tienen un efecto protector sobre la retina. Previenen la degeneración macular, una enfermedad típica de la edad avanzada.
En particular, la rutina presente en las frambuesas fortalece la vista y ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la retinopatía porque aumenta la resistencia capilar.
Efecto detox
La frambuesa es una fruta diurética, refrescante y un eficaz desinfectante intestinal. Facilita la eliminación del exceso de líquido, contrarrestando la retención de líquidos y la celulitis, y reduciendo los edemas.
Además, ayuda a mantener el buen funcionamiento del sistema urogenital, ejerciendo funciones protectoras contra la aparición de problemas en los riñones, la próstata, la uretra y las vías urinarias en general.
En forma de zumo, además de ser un excelente calmante de la sed, también tiene propiedades diuréticas y refrescantes. En casos de estreñimiento e inflamación de las vías urinarias, un zumo de frambuesa puede ayudar a proporcionar mucho alivio.
Beneficios de la frambuesa en la piel
La frambuesa, por su buen contenido en polifenoles y sustancias antioxidantes, es una excelente aliada de la piel para mantenerse joven y sana. De hecho, estos fitocompuestos contrarrestan el estrés oxidativo celular y, por tanto, el envejecimiento asociado a la edad.
Numerosos estudios científicos indican que las propiedades de los polifenoles contra los radicales libres protegen la piel de los daños causados por los rayos UVA y UVB.

Recetas con frambuesas
La frambuesa no es muy utilizada en la cocina mediterránea. Pertenecen a una gastronomía más típicamente nórdica, de zonas montañosas. En cocina, las frambuesas se utilizan sobre todo en su estado natural.
Se pueden comer sobre un lecho de miel de acacia (que no tapa el aroma de la frambuesa) o con un poco de azúcar y un chorrito de limón.
También se pueden utilizar para preparar batidos con leche o yogur, zumos y centrifugados o siropes. También son deliciosas en forma de mermeladas o jaleas, en helados y sorbetes, o simplemente para aromatizar una salsa o crema de queso y adornar platos dulces y salados.
Una combinación perfecta es con chocolate negro.
Si deseas preparar cócteles o sabrosos aperitivos, puedes utilizar frambuesas congeladas. Directas de la nevera al vaso, como cubitos de hielo, aportan un aroma especial a la bebida en la que se sumergen y un dulzor refrescante al final.
Pan de plátano con batido de frambuesas

Ingredientes para 12 porciones
- 2 tazas de harina de avena (220 g)
- 3 plátanos medianos maduros
- ½ taza de dátiles blandos sin hueso (60 g)
- ¼-½ taza de leche de soja (60-120 ml)
- 1 cucharadita de canela
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- ½ cucharadita de sal
- ½ taza de nueces trituradas (60 g)
- 1 taza de frambuesas frescas o congeladas y descongeladas (125 g)
- 1 cucharada de semillas de chía
- 1 cucharada de agua
Descubre la receta completa del pan de plátano con batido de frambuesas.
Smoothie con yogur griego y frambuesa

Ingredientes para 2 porciones
- 300 g de yogur griego 0%
- 1/2 banana
- 60 g de frambuesas
- 10 g de avena
- 2 cucharaditas de miel
- 1/2 manzana
- 1 kiwi
Descubre cómo preparar el smoothie bowl con yogur griego y frambuesas.
Tiramisú con frambuesa y yogur

Ingredientes para 6 porciones
- 200 g de yogur blanco magro
- 2 huevos
- 30 g de azúcar
- 3 naranjas exprimidas
- 300 g de fruta mixta (frambuesas y bananas)
- 200 g de bizcochos
- 1 ramita de menta
Descubre cómo preparar el tiramisú con fresas y yogur.
Consejos para su elección
Hasta hace unas décadas, la comercialización y distribución de frambuesas frescas, así como de otras bayas, resultaba difícil debido a su delicadeza y fácil carácter perecedero. Hoy, la expansión de las zonas cultivadas y, sobre todo, una logística de transporte más rápida con una cadena de frío eficaz, permiten que la frambuesa llegue a la mesa pocas horas después de su recolección.
Normalmente, la frambuesa destinada al consumo en fresco y al congelado de calidad se recolectan a mano. En cambio, el producto destinado a la industria también se recolecta con máquinas especiales.
La textura debe ser lo suficientemente elástica y firme como para permitir su extracción sin que se desgrane ni pierda zumo por agrietamiento. Las frambuesas no son frutas climatéricas, por lo que, una vez recogidas, no siguen madurando. La frambuesa debe tener el color de la variedad, pleno, brillante y no apagado, a menos que esté naturalmente cubierta de flores.
Una vez arrancados de la planta, los frutos deben colocarse en recipientes rígidos que no sean demasiado grandes y evitar colocar demasiados unos encima de otros, ya que el peso de los de arriba aplastaría a los de abajo. Tras la recolección, los frutos deben colocarse inmediatamente en un lugar fresco y nunca cerca de fuentes de calor o al sol.
Las hojas de frambuesa suelen recolectarse en junio y deben secarse en un lugar seco y ventilado para su posterior uso en la preparación de infusiones y decocciones.
Comprar frambuesas: las recomendaciones
En los puntos de venta, la frambuesa llegan protegida en pequeños envases que preservan su integridad.
Su delicadeza desaconseja manipularlas y presentarlas en envases demasiado densos. La frambuesa sufre por el contacto con otras frambuesas. Por ello, la fruta debe ponerse a la venta a través de canales de transporte y distribución equipados para mantener la frescura.
En el momento de la compra, es importante que estén enteras y de forma regular, limpias y sin lesiones ni huellas extrañas en la superficie, sin cáliz, firmes y brillantes, y que no estén marchitas.
En cambio, el color de los frutos depende de la variedad. También es importante que el aroma sea característico de la frambuesa y que el sabor sea dulce con notas ácidas bien equilibradas.
Los productos transformados de frambuesa son mucho más fáciles de encontrar en todos los puntos de venta y también en las plataformas de comercio electrónico que, en algunos casos, también ponen a la venta frambuesas frescas.
Por último, en muchas tiendas especializadas se pueden encontrar productos fitoterapéuticos a base de frambuesas o partes de la planta.

Cómo conservar frambuesas
La frambuesa se caracteriza por su gran delicadeza y, una vez recolectada, es rápidamente perecedera.
Por esta razón, tras su recolección o compra, las frambuesas no deben manipularse demasiado, ni almacenarse durante mucho tiempo a temperatura ambiente o, menos aún, expuestas al sol y a fuentes de calor.
En cambio, en el frigorífico, las frambuesas pueden conservarse unos dos o tres días a una temperatura de entre +4 y +8 °C., almacenadas de forma que no estén amontonadas, sino dispuestas en una sola capa.
El lavado debe hacerse con cuidado y sólo antes de comerlas o utilizarlas para alguna preparación gastronómica. De hecho, el agua o incluso un poco de humedad podrían favorecer la formación de moho que altera rápidamente el producto hasta hacerlo incomestible.
La frambuesa es una fruta que se consume preferentemente fresca y al natural para apreciar plenamente su fragancia, aroma y sabor.
Sin embargo, también se puede congelar nada más comprarla, limitando la pérdida de sus virtudes beneficiosas para poder disfrutarla en cualquier época del año, incluso fuera de temporada.
Para congelarlas, primero hay que lavarlas suavemente y secarlas con cuidado. Para evitar que se peguen al fondo durante la congelación, el consejo es colocarlos en un plato cubierto con film transparente, disponiéndolos bastante anchos para que no se apelmacen.
Colorantes naturales
Aparte del consumo directo o la ultracongelación, la frambuesa encuentra otros muchos usos en la industria alimentaria, para su transformación en: jaleas, mermeladas, jarabes para refrescos o medicamentos, colorantes naturales para cosméticos, aromatizantes especialmente para licores y aguardientes.
Sin embargo, las frambuesas destinadas a la transformación industrial suelen ser de calidad mediocre.
Los mejores frutos se destinan a la ultracongelación industrial. Este proceso se realiza rápidamente para obtener un producto de calidad destinado principalmente a las industrias de confitería, helados y yogures.
Hojas de frambuesa
Además de la fruta, también se consumen las hojas de la planta de frambuesa. Por regla general, se recolectan en junio. Éstas entran como ingredientes en infusiones y decocciones, y en gemoderivados.
Las hojas de frambuesa se secan en un lugar aireado y seco para utilizarlas después en la preparación de infusiones y decocciones.
Si dispones de un extractor de zumo (centrifugadora), puede exprimir las hojas junto con la fruta. El resultado es un aperitivo rico en vitaminas que mejora los procesos digestivos y también ayuda, con sus antioxidantes, a preparar la piel para el sol. Además, en primavera, los brotes tiernos pueden comerse crudos, por supuesto debidamente pelados y lavados.

Usos alternativos y tratamientos de belleza
La frambuesa se utiliza para elaborar o aromatizar numerosos productos alimentarios y no alimentarios. Entran en la composición de licores, bebidas, productos de confitería y, en el sector farmacéutico, como corrector de olores y sabores.
Los frutos y las hojas también entran en las fórmulas de remedios naturales para complementar el tratamiento de ciertas enfermedades como la hipertensión, como enjuagues bucales, diuréticos, etc.
En cosmética, se utilizan para preparar mascarillas emolientes y revitalizantes para el rostro, indicadas para mitigar rojeces y estados inflamatorios de la epidermis.
Mascarilla casera para pieles enrojecidas
Prepara una crema de frambuesa machacando frambuesas frescas bien lavadas. A continuación, aplica la mezcla sobre el rostro bien limpio y déjala actuar durante unos treinta minutos. Aclara bien y aplica una crema hidratante.
Máscara con frambuesa efecto lifting
Con un tenedor, haz puré 20 frambuesas. Mezcla la mezcla con una yema de huevo, una cucharada de harina de avena y una cucharada de aceite de oliva. Aplica durante 20 minutos dos veces por semana sobre el rostro bien limpio. Aclara bien y aplica una crema hidratante.
Ingredientes para 2 personas
- 200 g de fresas
- 200 g de frambuesas frescas o congeladas
- 1 cucharada de sirope de ágave
Contraindicaciones de la frambuesa
Raramente se dan casos de alergia a la frambuesa, que no están sujetas a ninguna contraindicación particular.
No obstante, debe tenerse cierta precaución en el consumo de estas frutas por parte de los enfermos de gota y trastornos renales debido a su contenido en ácido oxálico.
Si está tomando medicación, consulte siempre a su médico antes de tomar productos fitoterápicos. La frambuesa puede reducir la absorción de ciertos medicamentos de hierro y tiamina oral si se toman en proximidad.
Durante el embarazo, la frambuesa es recomendable y no presenta interacciones con la lactancia. Sin embargo, al principio del embarazo, es aconsejable consultar a un ginecólogo antes de tomar preparados fitoterapéuticos, ya que los derivados de la hoja de frambuesa pueden interferir con fenómenos inesperados.
También se conocen casos de interacción con fármacos hipoglucemiantes. Debido a la acción diurética la frambuesa, aunque leve, las personas que sufren de hipotensión arterial aguda o crónica deben limitar su consumo, ya que su ingesta puede provocar un aumento de la hipotensión.
Cultivo frambuesa
El cultivo también se ha desarrollado en zonas de clima templado. Las plantas se cultivan en hileras extensas en las que el crecimiento de los brotes de las ramas se regula sobre alambres de soporte especiales. Las ramas parten de raíces y chupones, es decir, brotes naturales que se forman a partir de las raíces en la base del tronco y duran dos años. La planta tiene, por tanto, una renovación continua del arbusto que se expande en anchura.
Las ramas verdes están cubiertas de pequeñas espinas. Las hojas son pequeñas, caducas y ovado-oblongo-acuminadas con margen dentado, la página superior es de color verde claro y la inferior de color blanco plateado. Se reúnen en número de tres a cinco en una hoja imparipinnada.
Las flores son blancas y tienen un cáliz grande con cinco sépalos y cinco pétalos pequeños. La floración se produce en pequeños racimos (racimos o racimos) que se desarrollan a partir de brotes florales que surgen en diferentes posiciones dependiendo de si la variedad de frambuesa es «unifera» o «bifera» (o «re-floreciente»).
La variedad unifera tiene floración apical y lateral en los chupones del año anterior; la bifera, en cambio, tiene brotes florales también en los chupones del año en curso. Por consiguiente, los frutos también pueden desarrollarse en un solo periodo (en las variedades unifloras), es decir, el periodo estival entre junio y agosto, o en dos periodos (en las variedades bíferas), es decir, el periodo estival y el otoñal (septiembre-octubre), este último a partir de los brotes de floración más bajos desarrollados a partir de los chupones del mismo año.