La mandarina, única entre las frutas dulces de la familia de los cítricos, representa un auténtico concentrado de beneficios para la salud. Contiene vitamina C, vitamina A y vitaminas del grupo B, junto con varios minerales como el calcio y el potasio. Aunque comparte parentesco cercano con las naranjas, la mandarina destaca por sus propiedades incomparables.
Además de su perfil nutricional, las mandarinas son una fuente rica de bromo, una sustancia que promueve el sueño y el descanso. En la cocina, se pueden disfrutar en ensaladas sabrosas o en macedonias. También son ideales para la elaboración de jugos y su centrifugado para obtener una dosis concentrada de vitaminas. A pesar de esto, su uso principal sigue siendo como refrigerio o postre después de las comidas.
Lo notable de esta fruta es que no se desperdicia nada. De su cáscara, que contiene limoneno (un antioxidante), se extrae un aceite esencial utilizado en la creación de productos para combatir la celulitis y las estrías. Es decir, desde la cocina hasta la cosmética, la mandarina se presenta como un auténtico comodín para el bienestar.
¿Qué es la mandarina y para que sirve?
La mandarina es un cítrico perteneciente a la familia de las rutáceas (junto con la cidra y el pomelo) y es un árbol frutal. Dentro de los tres miembros del género Citrus, la mandarina es la única que se caracteriza por su sabor dulce. Este arbusto, que generalmente alcanza un poco más de dos metros de altura y en algunas variedades puede llegar a los cuatro metros, es de hoja perenne y presenta pequeñas flores blancas, ya sea solitarias o en racimos, conocidas como azahares y con un aroma distintivo.
Al igual que otros cítricos, la mandarina prospera en climas templados y cálidos, siendo la cuenca mediterránea su entorno ideal. Su reproducción se lleva a cabo mediante semillas, esquejes, acodo e injerto de yema. Los frutos de la mandarina, también denominados “hespérides”, son pequeñas bayas redondas protegidas por una corteza gruesa, que adquiere un tono naranja más o menos intenso al madurar por completo.
Bajo la corteza, rica en glándulas que contienen aceites esenciales fragantes, se encuentra el albedo, una parte blanca y esponjosa. En cambio, la parte más interna está dividida en gajos. Tres híbridos destacados derivados de la mandarina son el Mandarancio, resultado del cruce entre mandarina y naranja; la Clementina, fruto del cruce entre mandarina y mandarino; y el Mapo, que proviene del cruce entre mandarina y pomelo.
¿De qué estación es la mandarina?
Los mejores meses para comprar mandarinas son de diciembre a marzo. Asimismo, las semillas de estas frutas pueden comerse sin peligro, ya que no son perjudiciales para la salud. También es posible masticarlas y tragarlas, para aprovechar al máximo todas las propiedades saludables que contienen.
Mandarinas chinas: la versión alternativa
Entre todos los tipos de mandarinas, destaca una que realmente sobresale: la mandarina china. Lo que lo hace singular es su forma distintiva y un sabor que se diferencia de otros cítricos.
En contraste con la mandarina clásica, la mandarina china tiene una forma ovalada y más compacta, con extremos cortos y aplanados, y una pequeña estructura caracterizada por segmentos interiores más delgados. Sin embargo, lo verdaderamente notable es que la piel de la mandarina china es comestible y posee un sabor dulce muy agradable, contrarrestando la pulpa decididamente ácida.
En términos nutricionales, la mandarina china comparte similitudes con otros cítricos de la misma familia. Con un contenido calórico menor en comparación con la mandarina clásica (71 kcal frente a 81,4 kcal), la mandarina china también contribuye al sistema inmunológico gracias a la presencia de antioxidantes, flavonoides y vitaminas. Además, resulta ideal en dietas con altos niveles de colesterol o durante regímenes de adelgazamiento. Puede disfrutarse, por ejemplo, en el desayuno, donde la porción matutina de biscotes puede complementarse con una deliciosa mermelada china de mandarina, que no solo es sabrosa sino también saludable.
¿Cuál es la diferencia entre la mandarina y la clementina?
Las diferencias fundamentales entre la clementina y la mandarina incluyen:
- Tamaño de la planta: Las clementinas tienden a tener plantas más grandes en comparación con las mandarinas.
- Forma de las hojas: Las hojas de la clementina son más anchas que las de la mandarina.
- Resistencia al frío: Las clementinas suelen mostrar una mayor resistencia al frío en comparación con las mandarinas.
- Tamaño de los frutos: Las clementinas producen frutos más grandes en comparación con las mandarinas.
- Olor menos intenso: La clementina tiene un aroma menos intenso en comparación con la mandarina.
- Cáscara más gruesa: La clementina tiene una piel más gruesa, lisa y de color naranja brillante, incluso en su interior.
- Baja cantidad de semillas: Tanto la clementina como la mandarina suelen tener muy pocas semillas, o incluso ninguna.
- Facilidad de pelado: La clementina es la fruta más fácil de pelar en comparación con la mandarina y otros tipos de mandarinas.
- Temporada de recolección y venta: La clementina se cosecha y se vende entre mediados de octubre y enero, mientras que las mandarinas se recolectan entre diciembre y mediados de marzo.
¿Cuál es el valor nutricional de la mandarina?
Agua (g) | 81.4 |
Energía (kcal) | 76 |
Proteínas (g) | 0,9 |
Lípidos (g) | 0,3 |
Colesterol (mg) | 0 |
Hidratos de carbono disponibles (g) | 17,6 |
Azúcares solubles (g) | 17,6 |
La mandarina representa un ejemplo típico de los beneficios nutricionales presentes en el grupo de frutas y verduras de tono amarillo anaranjado.
En una porción de 100 gramos, la mandarina aporta 76 calorías. Su composición incluye agua, proteínas, y una variedad de vitaminas, entre las que se encuentran la vitamina A, vitaminas del grupo B, vitamina C, vitamina E, vitamina J y vitamina P. Asimismo, proporciona minerales esenciales como hierro, calcio, potasio, sodio, fósforo, zinc, cobre, manganeso y magnesio. La mandarina también es una fuente de ácido fólico y fibra.
Adicionalmente, se hallan presentes azúcares como sacarosa, fructosa y dextrosa, junto con aminoácidos que complementan su perfil nutricional.
Valor nutricional por cada 100 g
MINERALES | MANDARINAS |
Sodio (mg) | 1 |
Potasio (mg) | 210 |
Calcio (mg) | 32 |
Fósforo (mg) | 19 |
Hierro (mg) | 0,3 |
VITAMINAS | |
Tiamina (mg) | 0,08 |
Riboflavina (mg) | 0,07 |
Niacina (mg) | 0,3 |
Vitamina C (mg) | 42 |
Equivalente en retinol de la vitamina A (μg) | 18 |
¿Cuáles son los beneficios de la mandarina para la salud?
El interés de la medicina en la mandarina y sus afines ha experimentado un notable aumento gracias a los resultados de investigaciones recientes. Estos estudios demuestran que una dieta rica en mandarinas se relaciona con un menor riesgo de padecer enfermedades colorrectales, esofágicas y estomacales.
Riqueza en antioxidantes
El aumento de radicales libres está vinculado al desarrollo de diversas enfermedades, como neoplasias, hipertensión, infartos de miocardio y diabetes. Las mandarinas son ricas en antioxidantes, con niveles elevados de sustancias bioactivas que transforman los radicales de oxígeno en compuestos no reactivos y, por ende, no tóxicos. La vitamina C y los flavonoides son los compuestos responsables de esta acción antioxidante, brindando a las mandarinas la capacidad de tener un efecto neuroprotector y ser beneficiosas en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La mandarina es una fuente excepcional de vitamina C
Las mandarinas son una excelente fuente de vitamina C, superando el mínimo diario recomendado con solo dos o tres frutas (80 mg de vitamina C). Esta vitamina es considerada uno de los mejores antioxidantes naturales, combatiendo los radicales libres, previniendo enfermedades cardiovasculares y estimulando el sistema inmunitario. Además, participa en procesos bioquímicos cruciales como la síntesis de colágeno, carnitina y norepinefrina, así como la activación de hormonas peptídicas y el catabolismo de la tirosina, generando efectos beneficiosos en el organismo.
Excelente fuente de flavonoides
Los flavonoides desempeñan diversas funciones importantes, actuando como antioxidantes, inhibidores de la proliferación celular y agentes positivos contra la hipertensión y los niveles de colesterol “malo”. También poseen propiedades antibióticas, antialérgicas, antidiarreicas, antiulcerosas y antiinflamatorias. Las mandarinas, junto con otras especies de Citrus, presentan flavonoides como las flavanonas (hesperidina, narirutina y naringina), flavonas (rutina) y flavonoles (quercetina), siendo la narirutina destacada por su eficacia en el tratamiento del asma bronquial.
Potasio y vitamina B6
Las mandarinas son ricas en potasio, esencial para procesos fisiológicos como la contracción muscular y la regulación de la tensión arterial. También contienen vitamina B1 y vitamina B6, siendo esta última crucial para la síntesis de serotonina, la hormona del bienestar, lo que la convierte en útil en el tratamiento coadyuvante o preventivo de trastornos depresivos.
¿Cuánto engorda la mandarina?
Gracias a su agradable sabor y a su conveniente naturaleza para el consumo y transporte, las mandarinas son frutas muy populares en todas las edades, siendo apreciadas tanto por los niños como por las personas mayores. La mandarina está lista para ser consumida sin necesidad de lavarla previamente, y su facilidad de pelado la hace accesible sin requerir utensilios especiales. Su textura suave la convierte en una opción ideal incluso para aquellos con capacidad masticatoria reducida, como ancianos o niños.
Adicionalmente, la mandarina no solo destaca por su versatilidad y facilidad de consumo, sino que también juega un papel beneficioso en la modulación del metabolismo de los lípidos, promoviendo de manera natural pero eficaz la pérdida de peso.
Este aspecto adquiere relevancia en la actualidad, considerando que la obesidad es una de las enfermedades más prevalentes en todo el mundo. La disponibilidad de opciones de tentempiés a base de frutas y verduras, como las mandarinas, se presenta como un excelente punto de partida para fomentar hábitos alimenticios saludables.
¿Qué tiene de malo la mandarina?
No existen contraindicaciones ni efectos secundarios específicos que se deban mencionar, excepto en situaciones raras de alergias o intolerancias específicas.
Se ha observado que un consumo significativo de mandarinas o clementinas puede tener interacciones con la toma de ciertos medicamentos, especialmente con un inmunodepresor que actúa en conjunto con una glicoproteína y un citocromo.
Por lo tanto, siempre es recomendable consultar con un médico. Incluso en casos de diabetes, es aconsejable seguir las indicaciones de un profesional para evitar posibles molestias causadas por la presencia de azúcares en la fruta.
Aceite esencial de mandarina
La mandarina posee propiedades drenantes y purificantes para la piel. El aceite obtenido de su cáscara es efectivo contra la retención de líquidos y la celulitis, ofreciendo propiedades emolientes, purificantes y estimulantes que dejan la piel hidratada y aterciopelada.
Para preparar una mascarilla refrescante de aceite esencial de mandarina necesitarás colocar un paquete de nata fresca en un recipiente y agregar tres cucharadas de aceite esencial de mandarina. Mezcla bien la preparación. Aplica la mezcla sobre el cuerpo y deja actuar durante 10 minutos antes de enjuagar. Experimentarás una sensación de frescura y suavidad en tu piel.